Pasando la antorcha de la excelencia en la Preparatoria Bellaire
En esta entrega semanal de Yo soy HISD, que presenta perfiles de estudiantes, graduados, empleados y otros miembros del equipo de HISD, conversamos con Patti Simon, profesora y asesora para el anuario escolar de la Escuela Preparatoria Bellaire que se jubila, y con su protegida, Michaela Segal, sobre el papel que los sucesos fortuitos han jugado en su vida, por qué la mediocridad es inaceptable y lo que significa continuar una tradición de excelencia de tantos años.
Sra. Simon, usted ha sido la asesora para el anuario de la escuela durante más de 20 años, y durante ese tiempo ‘The Carillon’ ha recibido numerosas distinciones, incluso premios de Columbia Scholastic Press Association (CSPA), Interscholastic League Press Conference y Journalism Education Association/National School Press Association. ¿Cómo empezó todo?
Al principio yo era voluntaria en Bellaire porque tenía cuatro hijos que asistían a esa escuela, y yo misma egresé de la Escuela Bellaire en 1961. Después me contrataron como profesora de francés de medio tiempo (al final de la década de los 80). Mi primer anuario fue la edición 1991-1992. Mi hija estaba en el plantel del anuario en ese entonces y el esposo de la profesora que estaba a cargo del anuario había recibido una transferencia para fuera del estado. Ella me dijo, “Mira, me parece que te va a gustar hacer esto y creo que harías un buen trabajo. Deberías presentarte para el puesto”. Y lo hice, junto con otras candidatas, y me lo dieron.
Bajo su dirección, el anuario de Bellaire ha ganado más galardones nacionales que casi cualquier otro programa, y entiendo que este año usted fue nominada para el premio Gold Key de CSPA. ¿Cómo se siente haberse convertido en una leyenda en esta área?
Es muy grato y en muchos sentidos un tanto abrumador porque yo solo soy la asesora. Los estudiantes dirigen esta clase. Este es un proyecto que todos los años cuesta $85.000, y ellos se hacen cargo, sin patrocinadores y sin anuncios publicitarios, y no perdemos dinero. Yo solo me aseguro de que vayan bien encaminados y de que en lo posible no comentan errores. Nos esmeramos para lograr la excelencia y no nos conformamos con nada inferior. Por ejemplo, alguien podría decir, “Bueno, esta foto está bastante bien”, pero nosotros no. Y cada año, el plantel a cargo del anuario no quiere ser el que pierda la distinción, el que no la reciba.
Srta. Segal, usted se va a hacer cargo del puesto de asesora para el anuario de la escuela cuando la Sra. Simon se jubile a fin de este año académico. Entiendo que no hace mucho usted fue editora en jefe cuando asistía a la escuela Bellaire. ¿Cómo fue que la vida la llevó a regresar aquí?
Yo formé parte del plantel de la Sra. Simon en los años 2004, 2005 y 2006, y después de graduarme siempre me mantuve en contacto con ella. Siempre bromeábamos. Ella me decía, “¿Ya estás listas para asumir mi puesto?” Y yo le respondía, “No, primero quiero probar esto o aquello”. En el correr de los años, trabajé como traductora en Shriners’ Hospital, estudié en Oxford, y hasta hice servicio voluntario en ambulancias en Israel. Un día, cuando estaba de regreso, sentí el impulso de hacer algo diferente.
¿Cómo ha sido trabajar con alguien que fue tu profesora y es tan respetada por todos?
Fue muy lindo poder volver a visitar el salón donde se produce el anuario y ver si todavía era algo con lo que yo me identificaba. Ni bien entré, se me acercó un estudiante y me pidió una opinión para un diseño. Me sentí como en casa de inmediato. Es exactamente lo que la Sra. Simon esperaba de nosotros, que fuéramos responsables de todo el proceso. Ella nos permitía dirigirlo todo. Y hemos evolucionado al punto en que nos complementamos en casi todos los aspectos. Lo que se me pasa a mí en una página, ella lo ve, y viceversa.
Me imagino que le da tristeza que la Sra. Simon se retire. ¿Cómo se siente haber asumido el papel de asesora para el anuario?
Me encanta. Es verdaderamente un honor poder pasar a formar parte de una tradición de triunfos. Somos una familia. Mis tres mejores amigas del 2006, con quienes trabajé en el anuario en aquel entonces, todavía son mis mejores amigas. Es mucho más que un ambiente de aprendizaje. La Sra. Simon ha creado algo muy singular, muy respetado, muy esencial a la experiencia de la escuela preparatoria. Yo sé cuánto esto significa para los estudiantes, hasta qué punto esto es una experiencia que los define. Ya sea que sigan una carrera en periodismo o no, todo lo que hacen en este salón tiene que ver con la madurez y la responsabilidad. Me apena que se ella retire, por supuesto, porque sé cuánto ama esta labor y sé cuánto la quieren los estudiantes, pero a la vez, es casi por eso mismo que regresé. Ella viene diciendo que se va a jubilar desde que yo era una alumna en esta escuela, y deseo ser el puente que le permita tener esa oportunidad. Ella deja una tradición que continuará. Y nosotros podemos compartirla con ella en el futuro.
Si usted conoce a un graduado, estudiante o empleado de HISD que debería aparecer en Yo soy HISD, envíenos un email a info@houstonisd.org.
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