Tiempo de finales y de comienzos

Esta temporada del año siempre resulta un tanto agridulce. Se aproxima el final de un año académico, y este fin de semana la mayoría de nuestras escuelas preparatorias celebrarán sus ceremonias de graduación.

Muchos estudiantes y maestros ya se han despedido por el verano, pero miles de padres pronto verán a sus hijos cruzar el escenario para aceptar un diploma y pensarán que “parece que fue ayer” que los vieron aprender a dar sus primeros pasos o tratar de memorizar las tablas de multiplicación. A algunos se les llenarán los ojos de lágrimas porque saben que sus “bebés” pronto abandonarán el nido para comenzar a hacer su propia vida.

Pero no importa cuánto nos emocione este tipo de transición, la graduación es un tiempo de celebración, no de tristeza. La meta de nuestro distrito es preparar a los estudiantes para la universidad y para sus carreras profesionales, y me complace mucho comunicarles que sigue aumentando el número de los estudiantes que egresan listos para el éxito, ya sea que se integren inmediatamente a la fuerza laboral o que decidan dedicarse a los estudios superiores. Los invito a que me acompañen a felicitar a estos jóvenes y jovencitas que dan el próximo paso de su vida. ¡Felicitaciones a la Generación 2013!