Director a cargo de escuela que lleva el nombre de su héroe, César Chávez
En esta entrega semanal de Yo soy HISD, que presenta perfiles de estudiantes, graduados, empleados y otros miembros del Equipo HISD, el director de la Escuela Preparatoria Chávez, René Sánchez, habla sobre haber dejado atrás una carrera en la política para dedicarse a la educación pública, lo que aprendió en uno de los distritos escolares más pequeños del estado, y por qué trabajar en una escuela que lleva el nombre de un famoso líder laborista es una satisfacción personal.
Usted obtuvo un título en Gobierno en Notre Dame, y un título de abogacía de Ohio State antes de recibir su maestría en educación de UT. Los dos primeros representan una progresión lógica, pero el último… no tanto. ¿Qué sucedió? ¿Alguna vez trabajó como abogado?
Bueno, tomé el examen para recibirme de abogado, pero nunca desempeñé las funciones de abogado porque un día me di cuenta de que no me gustaban mucho los estudiantes de abogacía. Y concluí que al fin y al cabo, los estudiantes de abogacía, se convierten en abogados, así que…
Más adelante, me encontré en una especie de encrucijada. Poco tiempo después de haber regresado a casa, en Edinburg, se me presentó una oportunidad de ser asistente de un amigo que había sido designado para un puesto en Washington, D.C. Pero para ese entonces yo ya había aceptado enseñar Historia de EE.UU. en mi antigua escuela preparatoria, porque tenía que empezar a pagar los préstamos que había sacado para pagar mis estudios de abogacía y necesitaba un trabajo. Como ya había me había comprometido, permanecí en la enseñanza. Pero pude haber seguido un camino totalmente diferente. Tenía la opción de enseñar o trabajar en el Capitolio.
Durante su tiempo en la educación pública, usted pasó de uno de los distritos más pequeños del estado, al absolutamente más grade. ¿Cuántos estudiantes había en Orange Grove ISD cuando usted trabajaba allí y cuántas escuelas tenían? ¿Aprendió alguna lección que también le haya sido útil en este distrito?
Orange Grove sirve a alrededor de dos mil estudiantes en cinco escuelas: los grados de primaria se dividen entre dos escuelas, luego hay una intermedia y los grados superiores se dividen en una junior high y una high school. Pero las cosas más importantes que aprendí son: 1) que soy un educador urbano, y 2) que la problemática que uno enfrenta en un ambiente rural, es en realidad bastante similar a la que enfrentamos aquí. Se trata de poder encontrar los docentes adecuados para la población estudiantil y, en algunos casos, de encontrar docentes, punto. Y es que no todo el mundo está dispuesto a trabajar en una comunidad rural, de la misma manera que no todo el mundo está dispuesto a trabajar en el sureste de Houston. Entonces, uno se encuentra en la situación de tener que convencer a los docentes para que trabajen en su escuela, pero aquí en Chávez, eso es fácil.
Usted fue nombrado director de la Escuela Preparatoria Chávez en mayo, ¿correcto? ¿Cómo ha sido ese trabajo?
Oh, ha sido maravilloso. Y quien sea que haya sugerido la idea de que yo comenzara a trabajar de inmediato, fue brillante. Gracias a eso tuve la oportunidad de trabajar con el Sr. DeLeon antes de que se retirara, y pude estar en la escuela durante el periodo de los exámenes de fin de año, ver los diferentes procedimientos y las ceremonias de entrega de premios, y conocer a muchos de los estudiantes y profesores antes de las vacaciones de verano. De esa manera, me fue posible familiarizarme con los jóvenes y evitar que al siguiente año escolar se preguntaran, “¿quién es este tipo?”.
Dan DeLeon fue el director de la Escuela Chávez durante muchos años. ¿Fue intimidante para usted ocupar el lugar de alguien que había trabajado en la escuela tanto tiempo?
No, la verdad es que no. Yo tenía mis responsabilidades, y él, las suyas. Él logró encauzar la escuela de manera que los estudiantes puedan prepararse para la universidad y las carreras profesionales, y yo siento que mi papel es tomar la batuta y seguir adelante ampliando el alcance de la escuela mediante mis habilidades y mis convicciones, con base en lo que yo pienso que nuestros jóvenes son capaces de lograr y lo que se merecen.
Entonces, ¿cuál cree usted que es su deber?
Mi meta es lograr que los estudiantes entiendan que necesitan tener un plan. La preparatoria es un medio para llegar a un fin. La preparación no termina en el duodécimo grado. Lo que ellos deben hacer es determinar cuál es el siguiente paso. El deber de mi escuela es prepararlos para que tomen esa decisión lo antes posible de manera que puedan tener más opciones. Las decisiones que tomen ahora van a afectar a las familias que formen, y verdaderamente, podrían también afectar a sus padres. Todas esas personas están contando con que ellos tomen las decisiones correctas ahora, porque si tienen éxito, podrán conseguir empleo, comprar una casa y hacer todas las cosas que quieran hacer para tener una vida feliz y próspera.
Tengo entendido que César Chávez es un héroe para usted. Debe ser un gran gusto trabajar en una escuela nombrada en homenaje a él. ¿Qué es lo que a usted le parece más fascinante de su historia y, es cierto que usted lo admira tanto que le dio el nombre de Chávez a su hijo?
Sí, es cierto. A mi hijo mayor, César, que ahora tiene siete años. Lo que hallo más impresionante de César Chávez es que él defendió los derechos de los demás y lo hizo por la comunidad y por un grupo de personas… es que, si todos estamos dispuestos a hacer una parte, es posible alcanzar cualquier objetivo. Yo siempre trato de recalcarles al plantel de la escuela y a los estudiantes que el todo es más que la suma de las partes.
¿Eso es algo que usted trata de comunicar a sus estudiantes?
En cada oportunidad que se me presenta. Se puede apreciar en los pasillos de la escuela, en los partidos de fútbol y, espero que pronto, en calcomanías para los autos. Todo esto incluye no solo a nuestros estudiantes sino a cualquier estudiante de nuestra zona, ya sea que asistan a la Primaria Rucker o a la Secundaria Ortíz. Yo necesito lograr que ésta sea la mejor escuela posible para ti, porque de ahora en adelante no solo eres un Tigre de Park Place, sino que eres un Lobo de Chávez, y es importante que lo sientas.
Estamos tratando de crear una sensación de comunidad en el sureste de Houston, donde hay cierto grado de amor y respeto compartido. Porque hay algo especial en estos niños, ellos quieren estar aquí, y es nuestro deber crear la mejor escuela que podamos crear. La mejor manera de describirlo es que en nuestros estudiantes se nota un trasfondo de alegría que no he visto en ninguna otra parte, y eso hace que éste sea un maravilloso lugar donde trabajar todos los días. Hasta una persona que acabo de contratar lo siente. Se me acercó un día y me dijo: “¡No puedo dejar de sonreír!”
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