El valor de llevar la cuenta en lo que importa
Para los entrenadores de HISD, ganar es mucho más que acumular puntos y títulos. Stephen Dixon, el entrenador principal de varsity de la Escuela Reagan, es el ejemplo perfecto de esa mentalidad.
Es cierto que llevó a los Bulldogs a ganar su primer título de distrito en 54 años, y es cierto que esta semana fue uno de los finalistas de Houston para el Touchdown Club’s Coach of the Year. Pero el verdadero logro de Dixon –y de todos nuestros entrenadores– reside en fomentar el orgullo y un espíritu ganador que se difunde a toda la comunidad escolar. Para la superiora de Dixon, la Directora de programas deportivos Marmion Dambrino, los logros de Dixon en Reagan son un modelo.
“Lo que está sucediendo en la Escuela Preparatoria Reagan es lo que debe suceder en cada una de las escuelas preparatorias”, dijo. “Cuando 1.101 estudiantes de nueve escuelas preparatorias solicitan transferencia a una escuela en particular, no es que lo hagan sin una razón”.
El título que Reagan ganó después de más de medio siglo sin ganar, mejora no solamente los programas deportivos, sino también todos los demás programas de la escuela. Comenta Dambrino: “La enseñanza y el aprendizaje se producen en una atmósfera positiva y agradable para los estudiantes”.
El entrenador Dixon no solo trabajó horas extra en Reagan, sino que visitó las escuelas secundarias de la zona de asistencia de Reagan y fue a sus partidos para forjar relaciones con los estudiantes, los padres y de familia, y los entrenadores. Dixon recibió atención de los medios de comunicación este año, pero la comunidad de Reagan sabe que dar cuerpo a un equipo ganador y a una comunidad escolar cada vez más involucrada fue un proceso de cuatro años. El “éxito”, según su definición estándar, en realidad comenzó en 2012 cuando los Bulldogs lograron llegar a las eliminatorias. Eso fue un adelanto de las estelares actuaciones que tendrían lugar esta temporada.
HISD cuenta con algunos de los mejores entrenadores de nuestro medio, y conoce la importancia que ellos tienen como docentes, mentores y consejeros de nuestros jóvenes y jovencitas. Los entrenadores se aseguran de que sus jugadores cumplan con los estándares académicos, teniendo en cuenta que, a veces, los deportes son la única motivación que un estudiante en riesgo de abandonar los estudios tiene para continuar asistiendo a la escuela. Los entrenadores imparten valiosas lecciones de vida sobre la importancia de demostrar humildad en la victoria y dignidad en la derrota, y sobre la colaboración, la dedicación y la perseverancia.
La influencia de un gran entrenador, como Stephen Dixon, va más allá de los vestuarios. Todos lo sentimos.
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