Varios factores afectan la respuesta de HISD al estado del tiempo
Mientras escribo esta nota, todos en HISD estamos con los ojos puestos en el cielo, por así decirlo. En realidad, contamos con un equipo que está analizando la información meteorológica de varias agencias como el Servicio Meteorológico Nacional, oficinas locales de gestión de situaciones urgentes y el Departamento de Transporte de Texas, entre otras, para tomar la decisión más sabia en relación con las primeras condiciones verdaderamente invernales que se avecinan a nuestra zona y determinar si deberíamos cerrar las escuelas el viernes.
Para cuando ustedes lean esto, la decisión ya podría ser evidente. Nos estamos valiendo de nuestros medios de informática más nuevos, como @HoustonISD en Twitter y nuestra línea telefónica directa de eficacia comprobada en estos casos, 713-267-1704, para brindarles información actualizada que les permita hacer sus propios planes.
Mi intención es comunicarles que la decisión de cerrar escuelas es difícil, y que en HISD tomamos esas decisiones con mucha seriedad.
Antes, cuando casi todas las escuelas eran escuelas vecinales, y casi siempre había un padre de familia o un abuelo en casa, estas situaciones eran más fáciles. Podíamos cancelar las clases a media mañana un día helado y los estudiantes se iban a pie a casa donde los esperaba una taza de chocolate caliente. Pero ahora, HISD es una meca de opciones escolares, que implica que algunos alumnos atraviesan todo Houston para ir a clases, y un distrito de matrícula abierta, lo cual significa que atraemos estudiantes de fuera de nuestra zona de asistencia.
Esto resulta en miles de autobuses en las carreteras, y miles de padres de familia –frecuentemente padres que trabajan y tienen horarios complicados– transportando estudiantes. Además, tenemos 28,000 empleados que viajan de varias áreas para cumplir con su trabajo. Los pronósticos de inundaciones o hielo deben tomarse con seriedad para proteger la seguridad de todos.
Habiendo trabajado en varias regiones de EE.UU., les puedo asegurar que en cada lugar hay emergencias potenciales que atender. En San Diego, por ejemplo, no nos preocupábamos mucho por el tiempo, que por lo general era seco y cálido, pero teníamos planes preparados para casos de terremotos. En Houston, tenemos que hacer varios planes y estar preparados para condiciones meteorológicas tropicales caracterizadas por fuertes vientos (que pueden causar pérdidas de energía eléctrica prolongadas en grandes áreas), para inundaciones, para calores extremos que ponen a prueba nuestros sistemas de aire acondicionado y afectan de manera peligrosa la actividad deportiva de la tarde, y para olas de frío ártico, como la que estamos enfrentando ahora, que pueden afectar los sistemas de calefacción y cubrir las carreteras con una capa de hielo.
Quiero que sepan que estamos preparados para todas las eventualidades, y nuestra prioridad número uno es la seguridad de nuestros estudiantes y sus familias y de nuestra familia de empleados. Agradecemos al grupo de “personal esencial” como la policía y los directores de las instalaciones que trabajan sin importar las condiciones.
Nuestro equipo de comunicaciones vigila los medios sociales de HISD, y cada vez que se detecta aun el menor cambio en el tiempo –temperaturas heladas, un fuerte chaparrón– ellos ven la cantidad de estudiantes que se conectan para publicar notas insistiendo que cerremos las escuelas: demasiado frío/demasiado calor/demasiada agua, dicen.
Y así llego a mi último recordatorio. Si el viernes perdemos un día de clases y de trabajo, tendremos que recuperarlo, ya sea en la fecha designada como feriado de primavera (18 de abril) o el Día de los Caídos (26 de mayo) cuando el tiempo va a ser más lindo y a todos les gustaría más estar afuera disfrutando de él. Ten cuidado con lo que deseas…
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