Yo soy HISD Samuel Domínguez

Usted es Decano de los alumnos de la Escuela Preparatoria Sterling pero su vínculo con HISD comenzó a desarrollarse cuando sus propios hijos asistían a la escuela primaria.

Sí, yo decidí asumir un rol activo porque quería ayudar a mis hijos a desenvolverse dentro del sistema escolar. Yo no tenía una formación académica; era un inmigrante de México. Hacía trabajos manuales, podando el césped y pintando casas. Mis hijos me motivaron a participar en la educación. Yo decidí asistir a Houston Community College, y me matriculé en cursos de inglés, obtuve mi GED y de ahí pasé a una licenciatura, una maestría, y he tomado clases de doctorado.

A veces, los padres de familia no saben cómo participar en la escuela de sus hijos. ¿Qué consejos les daría usted?

Yo recuerdo que era exasperante no saber cómo funcionaba la escuela. Yo sugeriría a los padres que vayan a la escuela de sus hijos. Hablen con los maestros. Hablen con todo el personal y averigüen qué programas se ofrecen a los padres. Muchas escuelas tienen programas para obtener el GED y clases de computación. Si usted participa, les demostrará a sus hijos que valora la educación.

¿Qué cambios se han producido en su vida desde que decidió hacer de la educación una prioridad personal?

Yo creo que el éxito no se mide por la posición que una persona alcanza, sino por los obstáculos que haya tenido que superar en la vida. A mí, la vida me ha mostrado los dos lados.

¿Cuál es el aspecto de su trabajo en Sterling que le da más satisfacciones?

Los momentos más satisfactorios se dan cuando los jóvenes triunfan. Yo tengo la oportunidad de colaborar con ellos a nivel personal. Muchos han tenido roces con la ley, tienen problemas en casa, tienen que lidiar con un embarazo o con actividad de pandillas, pero cuando los veo caminar por el escenario el día que reciben su diploma, la satisfacción que siento es muy grande. Es mi día de pago.

¿Cómo motiva a los estudiantes que enfrentan los desafíos que menciona?

Los escucho. Los estudiantes saben que yo no voy a solucionar sus problemas. Yo no puedo arreglar la vida de todo el mundo, pero puedo ofrecerles una perspectiva y orientación. En muchos casos, eso es lo que quieren. Buscan a alguien que los escuche y no los juzgue. En Sterling hay jóvenes estupendos. A veces me asombran los obstáculos que deben enfrentar en su hogar, y sin embargo, todas las mañanas van a la escuela. Yo quiero hacer de Sterling un portal para su éxito.