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‘Promotor del cambio’ comparte su lección más importante con futuros maestros

2013 January 16
by HISD Communications

En esta entrega semanal de Yo soy HISD, que presenta perfiles de graduados y empleados de nuestro distrito, Armando Orduña, maestro de la Escuela Preparatoria  Austin y ganador del premio de la Casa Blanca “Promotor del cambio”, platica sobre su experiencia como asesor en la Fundación Gates, sobre lo que los estudiantes hispanos necesitan para triunfar, y comparte con nosotros la lección más importante para nuestros futuros maestros.

Usted comenzó su carrera trabajando como educador en un programa para la comunidad del Museo para Niños de Houston. ¿Qué aprendió sobre Houston y sobre los estudiantes de la ciudad mientras participaba en ese programa?

Me sorprendió darme cuenta de todo lo que no sabía sobre mi propia ciudad. Fue estupendo para mí descubrir la gran diversidad de culturas maravillosas que integran la ciudad de Houston. Y en lo que tiene que ver con los niños, en cualquier parte de la ciudad que me tocara trabajar, cualquiera fuera el idioma en se comunicaran, y más allá del trasfondo social o económico en que los encontrara, era magnífico ver que existe una especie de verdad universal sobre los niños: les encanta reír, les encanta jugar, les encanta moverse, explorar y familiarizarse con mundo que los rodea.

Podría decirse que la transición a la docencia después de haber trabajado en el museo fue un paso natural para usted. ¿Cuál fue su inspiración para dedicarse a la enseñanza y llegar a ser tan buen maestro?

Después de varios años de ser el puente entre los maravillosos programas educativos del museo y los niños, deseaba ser quien creara ese currículo y pudiera generar y distribuir más contenido. Es muy gratificante observar a un estudiante y verlo madurar, crecer y triunfar en varios niveles en el correr del año, y saber que uno jugó un pequeño papel en eso.

Yo veo que mi aprendizaje es diario. Cometo errores, cometo muchos errores. Pero creo firmemente que lo que define nuestro carácter es la manera como respondemos a nuestros errores. Trato de copiar las mejores cosas que he visto, de incorporarlas en lo que hago, y de poner a mis alumnos ante todo en mis planes. Al final, todo lo que hago, desde redactar las guías para mis lecciones y corregir tareas, hasta sostener conversaciones difíciles con mis alumnos o con sus padres, todo eso redunda en beneficios para mis alumnos.

La Fundación Bill y Melinda Gates lo eligió a usted específicamente para que formara parte de su primer Consejo Asesor Nacional para Maestros.  ¿Cómo es trabajar con una de las entidades más grandes en el desarrollo y la educación en el mundo?

Me sentía muy contento de poder formar parte de algo como el primer consejo asesor nacional para maestros de la Fundación Gates. El consejo reúne a más de treinta maestros de todos los sectores de la educación pública que se pueda imaginar: distritos rurales, distritos suburbanos, escuelas charter y escuelas públicas tradicionales. Todos tenemos la oportunidad de reunirnos con el departamento de educación de la fundación. En esas reuniones, ellos nos presentan los diferentes proyectos que están desarrollando y nos piden que les demos nuestra opinión para saber si van por buen camino. Esto nos brinda la oportunidad de influir en algunos de sus proyectos. Al final del día nos tienen que acompañar a la puerta porque todo el mundo quiere seguir el intercambio.

Usted es uno de tan solo 10 educadores de todo el país que ha recibido el honor de ser nombrado “Promotor del Cambio” por la Casa Blanca a raíz del trabajo que realiza con los jóvenes hispanos. ¿Qué opina usted que los estudiantes hispanos de Houston necesitan más para triunfar?  

Oportunidades. Pero no creo que esto sea pertinente solo a los hispanos. Los jóvenes necesitan oportunidades. Muchos de los estudiantes hispanos con los que he trabajado en el curso de los años demostraron poseer tanto talento, tanta promesa y tanto entusiasmo que lo único que necesitaban era la oportunidad de mostrarle al mundo lo que podrían hacer. A veces las oportunidades se ven limitadas por la falta de transporte, o porque los estudiantes tienen una carga de responsabilidad increíble en su casa ya sea que deben contribuir con ingresos o que tienen que ayudar a criar a sus hermanos menores. Y así, gran parte de ese talento, entusiasmo y promesa queda contenida entre las paredes de su hogar.

La Escuela Preparatoria Austin donde usted enseña en la actualidad cuenta con el único programa magnet para la preparación de maestros en toda la ciudad de Houston. ¿Cuál es la lección más importante que un aspirante a educador deben aprender sobre lo que significa ser maestro?

No se conforme con el status quo. Ni en el rendimiento de sus estudiantes, ni en el suyo. Estudie las prácticas de los maestros eficaces, que tengan más experiencia que usted. Aplíquelas en sus clases.

Y no tenga miedo de fracasar. Si se cae de narices, levántese. Al término de un día horrible en que todo sale mal, no logra conectar con sus alumnos, ellos no logran conectar con usted, no se pueden comunicar para nada, todo lo que intenta hacer termina en un punto muerto, llega a su casa y lo único que quiere es renunciar. Pero al día siguiente se levanta y regresa y enseguida está otra vez en la suya. Así se levanta un maestro después de un día de esos.

 

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