Pasantía resulta en puesto de gerente para un ex alumno de la Preparatoria Jones
En esta entrega semanal de Yo soy HISD, que presenta perfiles de estudiantes, graduados y empleados del distrito, Brian Busby, Director General de Operaciones, habla sobre lo que lo motiva a continuar sus estudios superiores, cómo contribuyó a forjar una nueva alianza con HCC y la pregunta que siempre se hace para determinar el nivel de limpieza de un edificio.
Usted egresó de la Escuela Preparatoria Jones con la Generación de 1996 y ahora supervisa un plantel de aproximadamente 1.500 personas entre empleados de mantenimiento, jardineros, agrimensores, y otros obreros que se encargan de hacer reparaciones a los sistemas de irrigación, el asfalto y las cercas. ¿De qué manera sus experiencias lo han llevado al lugar que ocupa hoy?
Comencé a trabajar aquí inmediatamente después de la primaria, habiendo tomado una prueba de aptitud que era parte de un programa de pasantías. Trabajé como empleado de mantenimiento durante dos semanas, después en el departamento de pagos dirigido por Melinda Garrett, luego en PeopleSoft bajo la dirección de Roland Shaw y Mark Miranda, después en FMO (que ahora es Servicios de Construcción e Instalaciones) con Nora Dewberry. En el 2001, pasé a ser planificador/supervisor en mantenimiento de HVAC, luego director regional en el 2003 y finalmente, director interino del departamento de empleados de mantenimiento en el 2006, que fue reorganizado en lo que es hoy.
¿Por qué esa reorganización era tan importante?
En aquel entonces, el mantenimiento estaba centralizado, pero los empleados estaban basados en las escuelas, por lo cual no había un nivel estándar de servicios. Algunas escuelas tenían 15 empleados para el mantenimiento y otras tenían uno o dos, y las que no tenían dinero… bueno, digamos que se las arreglaban como podían para limpiar.
Cuando entro en un edificio, siempre me hago la misma pregunta: “¿Yo permitiría que mis tres hijas (de 3 y 15 años de edad, y una de seis meses) estuvieran aquí?” Y yo quiero que mi equipo use esa medida como guía general también cuando están limpiando los edificios o trabajando en el mantenimiento de los jardines. Porque no se trata de lo que me deje contento a mí, que soy el supervisor. Esto se hace para los niños. Punto.
¿Cuál es su estilo de supervisión? ¿Cómo motiva a las personas?
Yo vivo en base a la idea de que el primer trabajo de un supervisor, y el más grande, es preparar a las personas para el trabajo que deben hacer. Segundo, y más importante aun, yo he contratado a supervisores que son mejores que yo para el trabajo. Ese es nuestro objetivo.
Pero dado que los limpiadores y otros empleados de mantenimiento se cuentan entre los que reciben los salarios más bajos del distrito, una manera de motivarlos es hacer visitas a las escuelas para celebrar sus pequeñas victorias y reconocer sus logros, como asistencia perfecta, con recompensas. A fines o mediados del año escolar, los supervisores de cada área y yo les compramos tarjetas obsequio o les pagamos un almuerzo, aunque sea de nuestro propio bolsillo, para que sepan que “Equipo HISD” significa que no quedas en el olvido. A veces, como no están directamente involucrados en la enseñanza, se sienten un tanto fuera del círculo, pero yo trato de comunicarles que agradecemos su labor y que todo lo que hacen tiene efecto en los estudiantes.
El año pasado HISD se asoció con Houston Community College (HCC) para empezar a ofrecer a los empleados de mantenimiento y a los operadores de planta un curso de mantenimiento general (lea una historia relacionada aquí). ¿Cómo se dio esa asociación?
Bueno, era mi visión como mejora para el personal, pero tengo que reconocer que Alyce Honoré-Hubert (supervisora de capacitación), Eugene Salazar (director general), y April Smith (capacitadora), se reunieron con HCC y lo lograron.
En realidad se trata de capacitar a los operadores de planta para que trabajen dirigidos al mantenimiento, es decir que sean menos reactivos y más proactivos. El distrito sigue creciendo, pero el equipo no crece a la par, por eso puede tardar 30 minutos o más movilizar a un técnico para que atienda una necesidad en un edificio. Esto nos permite ayudar sin que disminuya la calidad de la labor.
Actualmente usted está en el programa de MBA ejecutivo en la Universidad de Houston. ¿Qué lo motivó a continuar su formación académica?
Mi esposa. Ella se graduó de la Escuela Preparatoria Waltrip (Generación 1996). Era trabajadora social y maestra de HISD y ahora es asistente de director en la Escuela Preparatoria Jordan. Finalmente pude completar mis estudios universitarios de administración de negocios en 2012, después de 12 años de estudios superiores, y yo solo quería trabajar y ser padre. Pero mi esposa, que tiene tres maestrías, dijo: “No puedes detenerte ahora”. Y yo le respondí: “Pero estoy cansado. Y ya bastante tiempo paso fuera de casa por mi trabajo”. A lo que ella dijo: “No me importa. Tienes 34 años y debes hacer esto. No podrás ascender a un puesto de Oficial en Jefe de Operaciones sin un MBA”. Y yo pensé que el MBA ejecutivo se presta más a la visión del Dr. Grier para el distrito.
Hasta ahora, ¿de qué logro se siente más orgulloso?
Profesionalmente, de haberme convertido en la segunda persona de Operaciones de Negocios en ganarse una gorra “Equipo HISD” del Dr. Grier, en septiembre del 2010, por servicios al cliente. Y en 12 años no he faltado al trabajo ni un día. Trato de dar el ejemplo a mis hijas. No puedo exigirles que se empeñen en llegar lejos si yo no lo hago. Mi padre me dijo una vez que cuando uno falta al trabajo, los demás pueden ver cómo funcionan las cosas sin ti. Por eso es mejor presentarse a trabajar y retirarse que no ir.
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