Firma socia de HISD fomenta la lectura en la Escuela Longfellow
Los ingenieros conocen el valor de una base sólida, por eso muchos de ellos apoyan la educación pública.
Los estudiantes que logran consolidar su habilidad para la lectura, son capaces de manejar mejor los avanzados conceptos de matemáticas y ciencias que se necesita adquirir para tener éxito en el campo de la ingeniería y de otras carreras del plan STEM.
Fugro, una firma internacional que tiene su sede para Norteamérica en Houston, ha estado haciendo su parte para fomentar la lectoescritura mediante una asociación entre su programa de lectura Engineering Better Readers (EBR) y la Escuela Primaria Longfellow.
Durante los últimos tres años, Fugro ha donado $5.000 cada año para la compra de premios para el programa de Lectura Acelerada (AR). Los estudiantes pueden canjear por premios los puntos que obtienen leyendo libros y completando cuestionarios en internet.
“En este país hay muchos programas de lectura, pero ninguno como éste”, explicó la Directora de EBR, Patti Bachner. “Ningún otro programa ofrece premios de verdadera relevancia o requiere que un niño ahorre para obtener un premio mayor. Este simple concepto básico es lo que hace que EBR sea un programa único. Nuestra misión es mejorar la vida de los niños que más lo necesitan, y debido a que las necesidades de estos niños son tan grandes, los premios son verdaderamente significativos”.
La Coordinadora de Instrucción de la Escuela Primaria Longfellow, Amy Gurghigian, dice que esta subvención anual ha resultado en un considerable aumento en la participación en el programa de lectura. “Los niños leen antes de las clases, en la cafetería, o hasta en los descansos para ir al baño”, dijo. “Siempre están con un libro en la mano”.
Un resultado directo del programa EBR es la mejoría demostrada por los estudiantes en su comprensión de los conceptos básicos de matemáticas. “Los niños tienen que sumar y restar para determinar cuántos puntos necesitan para obtener esto o aquello”, señaló Bachner. “En un caso, un grupo de estudiantes quería una pelota de fútbol americano para jugar durante el recreo; los niños dividieron entre cinco la cantidad de puntos total para determinar la contribución que cada uno tendría que hacer y luego juntaron los puntos de todos. Y así consiguieron la pelota”.
Además de Texas, el programa EBR también tiene programas piloto activos en otros estados: Colorado, Nueva Jersey y Tennessee.
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