Ocho años después: Una mirada hacia las escuelas diseñadas para el aprendizaje

Estas no son las escuelas de nuestras abuelas.

Al menos así es como Dan Bankhead, gerente general de Diseño de Instalaciones, describe las nuevas escuelas rediseñadas bajo la construcción del Programa de Bonos 2012.

Hay un gran contraste con los edificios originales. Ahora las aulas son brillantes, espaciosas y con abundante luz natural. Los colores vivos adornan los suelos y las paredes, y los espacios comunes nos recuerdan a los vestíbulos de modernos hoteles y cafés.

Además de ser llamativos, estos diseños cumplen un propósito más allá del puramente estético. Nos ayudan a crear entornos propicios para el aprendizaje. Cerca de 40 escuelas, incluyendo 29 preparatorias, fueron modernizadas gracias a los nuevos diseños que promueven la colaboración estudiantil, la creatividad y el rendimiento académico.

“Nos dimos cuenta de que cuando los alumnos pueden mecerse en sus sillas y moverse alrededor, reciben y retienen mejor la información”, dijo Bankhead, quien ayuda a supervisar el trabajo de gestión, planificación y diseño del proyecto de Bonos.

Esta es la razón por la cual las escuelas de los Bonos tienen sillas flexibles, paredes móviles y escitorios ligeros que se pueden reconfigurar en cualquier momento.

La luz natural, los colores brillantes y las grandes áreas de aprendizaje juegan un papel importante en este diseño, comentó Bankhead, porque los estudios demuestran que mejoran el comportamiento del alumno, estimulan su cerebro y promueven el aprendizaje continuo.

Con solo una escuela pendiente de finalización, el proyecto de Bonos nos hace cuestionarnos una pregunta: ¿estos rediseños ayudaron realmente a los alumnos de la manera prevista?

Si preguntamos a Daniel Greenberg, director de la Primaria Condit, la respuesta es sí.

“Creo que los elementos del diseño son esenciales para crear un entorno de aprendizaje donde nuestros estudiantes puedan superarse”, dijo Greenberg refiriéndose a Condit, modernizada en 2017.

Greenberg comentó que a lo largo de los años ha observado un aumento de la creatividad y colaboración estudiantil y que las áreas comunes de aprendizaje, donde los alumnos se reúnen como si se tratara de un pequeño vecindario para estudiar y crear, han jugado un papel muy importante.

A pesar de que la pandemia ha cambiado la manera en que utilizamos el espacio, Greenberg es optimista y opina que los alumnos volverán a colaborar como antes.

Ruth Ruiz, directora de la Preparatoria Milby, piensa lo mismo.

“Las calificaciones de nuestros estudiantes se han incrementado tremendamente, al igual que la colaboración y la creatividad”, dijo Ruiz, añadiendo que desde que la Preparatoria fue reconstruida en 2017, la creatividad estudiantil se ha expandido más allá de la escuela. “Muchos de nuestros estudiantes han creado proyectos que también repercuten en la comunidad, ayudando a Missions Milby y trabajando con los estudiantes de las Primarias de los alrededores”.

Bankhead comentó que él y su equipo continuarán investigando los últimos avances en diseño escolar para prepararse para los futuros proyectos de construcción.

“Los maestros y líderes buenos y eficientes son las piezas claves, pero queremos aportar nuestro granito de arena para brindar a los estudiantes y personal entornos excelentes”, dijo Bankhead.

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