Recordamos a Chip Zullinger, no con tristeza sino con renovado compromiso
El nombre de pila que recibió al nacer hace 63 años fue Sidney, pero no había nadie que no lo llamara “Chip”. También lo llamábamos amigo, mentor, un verdadero caballero, un campeón para todos los niños, un hombre íntegro, un gran cocinero, accesible, interesante, genuinamente amable, gracioso y apasionado.
Chip Zullinger, nuestro oficial en jefe de escuelas primarias, falleció el martes tras haber sufrido un ataque cardiaco.
Lo conocí durante muchos años como líder de distritos escolares rurales y urbanos, y como a una persona sumamente creativa en el área del aprendizaje basado en proyectos. Yo tenía grandes deseos de integrarlo en el Equipo HISD cuando lo contratamos hace cuatro años. Chip tenía el monumental trabajo de conectar con 147 comunidades escolares para educar a más de 100.000 de nuestros alumnos. Deténganse a pensar en eso durante unos segundos.
Y sin embargo, en este vertiginoso y exigente ambiente de presupuestos, mandatos y métricas, Chip nunca perdió de vista a los niños y a los maestros que los apoyaban.
Parte del dolor que me causó el fallecimiento de Chip se ha aliviado al leer los comentarios publicados hoy en nuestro sitio de internet:
“Estuvo en la Escuela Primaria Park Place el lunes y se veía radiante. ¡Siempre fue de espíritu gentil y tenía una hermosa sonrisa! Todo el mundo decía cosas muy positivas siempre al hablar de él. Era un gran líder a quien muchas personas extrañarán”.
“Chip era un verdadero caballero, y demostraba tener una gran pasión por el rendimiento de los estudiantes y por hacer todo aquello que más los beneficiara. Su pérdida ha creado un enorme vacío en el corazón de mucha gente de HISD”.
“Él fue un gran hombre que ante todo quería para los niños lo que fuera mejor para ellos. Aprendí mucho de él y continuaré dando lo mejor de mí para que se sienta orgulloso. Esta es una terrible pérdida”.
“Chip era un hombre increíble, un verdadero líder, un educador apasionado, un gran narrador de historias y un colega cálido y solícito”.
Hay algo que espero que consideren hacer en homenaje a la vida de Chip: Dediquémonos con renovada energía a las altas expectativas que él tenía para que todos y cada uno de nuestros estudiantes aprendiera y lograra el éxito.