Cómo una directora de HISD creó una escuela inclusiva
La diversidad se puede ver como una desventaja, o como una ventaja. En HISD, elegimos el enfoque positivo. En un mundo cada vez más reducido, una parte importante de la experiencia educativa de nuestros hijos es el estar expuestos a jóvenes y familias de diferentes entornos socioeconómicos y de diversos puntos del punto, y a aquellas familias que tienen estilos de vida y creencias diferentes de las nuestras.
Nada puede remplazar la experiencia de acercarse a alguien de un vecindario del otro extremo de la ciudad, de un país azotado por la guerra, a alguien que habla otro idioma o profesa otra religión, o a alguien cuya familia no se parece a la propia, para facilitarle a un niño la habilidad de desplazarse libremente –y gentilmente– en una ciudad y en un mundo de gran complejidad y diversidad.
Otra parte importante de la capacidad de un niño para entender y aceptar son los ejemplos que dan los adultos. La intimidación y la intolerancia no se dan solamente entre niños, como se los puede decir Lindsey Pollock, directora de la Escuela Garden Oaks Montessori.
El año pasado, algunos padres de su comunidad escolar acudieron a ella para plantearle ciertas inquietudes sobre algunas familias de la escuela que “lucían diferente de todas las demás”. La Dra. Pollock los escuchó atentamente, y luego decidió hacer algo al respecto.
Implementó un programa de la Fundación de la Campaña Pro Derechos Humanos, llamado Welcoming Schools (Escuelas inclusivas). El programa aborda la intimidación y la tolerancia de una manera integral que incluye a familias y personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT). El objetivo es crear una atmósfera escolar segura para todo tipo de familias, y contar con una política de cero tolerancia en respuesta a cualquier tipo de actitud hostil.
El programa de Garden Oaks es tan exitoso que la escuela es una de tan solo 10 escuelas de todo el país en haber sido homenajeada con el Sello de Excelencia de esa organización nacional. Con la implementación de este programa, la Dra. Pollock ha transformado a Garden Oaks en un lugar que abre los brazos a todos, en vez de simplemente tolerarlos, para que todos se sientan bienvenidos.