HISD acelera su marcha para preparar jóvenes que puedan competir a nivel mundial
La enseñanza del siglo XX ya es polvorienta historia; no más métodos anticuados, reglas de cálculo y escuelas diseñadas en serie. La instrucción básica de HISD hoy incluye codificación digital de datos y lenguas extranjeras. Por equipo básico, entendemos computadoras portátiles y un currículo digital. Y las nuevas escuelas que estamos construyendo se diseñan individualmente con atención a las necesidades específicas de cada comunidad estudiantil.
Hoy, adentrados ya en el siglo XXI, hemos ampliado aun más nuestro horizonte de objetivos, y con la reciente creación de una Oficina de Educación Global, HISD ha dado a su visión una dimensión mundial, reuniendo dentro de un mismo marco una variedad de iniciativas y programas de alcance global.
Esta estrategia incluye la expansión de nuestros programas de doble vía, del programa de Bachillerato Internacional y de nuestras escuelas con especializaciones internacionales, además de la implementación de un proceso de evaluación que valora el rendimiento de los estudiantes de HISD en comparación con el de sus pares de otras partes del mundo.
Esta semana presentamos una importante conferencia, en la cual participaron educadores de todo el estado, con el fin de analizar los resultados de esa evaluación, conocida como Prueba de OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), y determinar en qué aspectos podríamos aumentar nuestra capacidad competitiva a nivel mundial. Yo escribí un artículo al respecto que fue publicado el fin de semana pasado en el periódico Houston Chronicle.
Hace dos años, HISD concibió el concepto de “Alcanzar la excelencia en todo”. Esa noción ha evolucionado mucho más allá de su propósito original. Nuestra misión actual es ofrecer opciones personalizadas para que cada estudiante pueda llegar a ser un ciudadano mundial seguro de sí mismo que contribuya al bien común.