Maestra de cursos de Colocación Avanzada nombrada Representante Nacional para los Programas AP

Diane Morrow en una clase de Inglés AP de la Preparatoria Davis, el 14 de abril de 2014.

Diane Morrow en una clase de Inglés AP de la Preparatoria Davis, el 14 de abril de 2014.

Como maestra de la clase de Literatura de Colocación Avanzada o AP y maestra de idiomas en la Preparatoria Davis, Diana Morrow se enorgullece de exigirles a sus estudiantes que tomen cursos rigurosos que los preparen para la vida después de terminar la preparatoria.

“Yo les digo a mis alumnos, ésta va a ser la clase más difícil que vayan a tomar en su vida”, dijo la maestra Morrow. “Ellos necesitan esta clase para aprender a hacer un análisis o una síntesis, para entender cómo defender un argumento y cómo escribir. Estas habilidades son la que se necesitan en la universidad. Por lo tanto, tengo la gran responsabilidad de ayudarles a estos muchachos para que sean exitosos”.

Además de abogar por sus estudiantes, Diane Morrow fue recientemente seleccionada entre 10 maestros de cinco estados, para ser representante de los programas AP del College Board, una organización sin fines de lucro que conecta a los estudiantes de todo el país para que triunfen en la universidad. El Programa para los representantes de los programas AP es una nueva iniciativa de participación para maestros a cargo de cursos AP en los estados de Texas, California, Florida, Georgia y Nueva York, en un esfuerzo del College Board para que todos los estudiantes lleguen bien preparados a la universidad.

Como representante de los programas AP, Diane Morrow recibirá cursos de capacitación profesional y se reunirá directamente con los encargados de crear las directrices de los programas para ayudarles a comprender los puntos de vista de los maestros y las posibles soluciones que ellos mismos están proponiendo.

Morrow dice que le va bien en su trabajo porque entiende los retos que enfrentan sus estudiantes. Algunos son padres adolescentes o hijos de un padre encarcelado; pero ella no va a permitir que sus circunstancias les impidan hacer el mejor trabajo en su salón de clases.

“Mis estudiantes no pueden atreverse a decirme que no pueden hacer el trabajo porque yo sí pude hacerlo”, dice. Ella en el pasado limpiaba casas y oficinas para ganarse la vida y comenzó la universidad a la edad de 41 años. “La educación me cambió. Cuando entré a mi primera clase de la universidad, entré al conocimiento; por primera vez en la vida, ya no estaba quitando el polvo ni pasando la aspiradora, estaba aprendiendo… es por eso que les exijo tanto a mis alumnos”.

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