El Instituto de Ecología de la Escuela Preparatoria Furr, un programa implementado hace tan solo dos años, ya ha comenzado a recibir atención nacional en reconocimiento a su dedicada labor.
En marzo, un grupo de estudiantes de esa escuela hizo una presentación en Washington, D.C. en el marco de una conferencia nacional del medioambiente (National Environmental Justice Conference and Training Program). Esta semana, estudiantes y profesores viajarán a la capital del país una vez más para recibir, junto a miembros del Servicio Forestal, el premio Abraham Lincoln Honors Award for Diversity, Inclusion, and Outreach otorgado por el Ministerio de Agricultura de EE.UU. La directora de la Escuela Furr, Bertie Simmons, acompañará a los estudiantes y profesores que merecieron este prestigioso premio en apoyo a sus esfuerzos.
Anteriormente, el Premio Lincoln se otorgaba exclusivamente a empleados del Servicio Forestal que hubieran demostrado un compromiso ejemplar a la misión del Ministerio, pero este año la lista de homenajeados incluye colaboradores de la comunidad.
“La participación ha sido enorme —no solo en Furr, sino por parte de muchos estudiantes de HISD— para establecer corredores forestales de alimentación en desiertos alimentarios urbanos, y para crear conciencia de la importancia que los polinizadores tienen para la provisión de alimentos del mundo”, dijo Tamberly Conway, especialista del programa del Servicio Forestal.
El Instituto de Ecología de la Escuela Preparatoria Furr es la central del programa Green Ambassadors de HISD y Houston East End Greenbelt, administrado y coordinado por profesores de Furr, estudiantes y la organización aliada del Servicio Forestal, Friends of the National Forests & Grasslands in Texas—Latino Legacy. Los líderes del programa, impulsado gracias a un subsidio del USFS-National Urban and Community and Forestry Advisory Council, son dos profesores de agricultura de CTE, Juan Elizondo y David Salazar.
“Los Green Ambassadors son estudiantes que visitan nuestras escuelas primarias y secundarias para difundir información sobre el cuidado del medioambiente”, explicó la Dra. Simmons. “También colaboran con el Departamento de Parques y Recreación de Houston y el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de EE.UU. para recuperar y restaurar el Parque Clinton”.
Los estudiantes participantes ya han plantado más de 100 árboles frutales en varias escuelas y espacios públicos, y tienen previsto plantar al menos otros 200 más para fines de enero. Además, el programa apoya a Urban Refuge Partnership. A raíz de la colaboración y el aporte de varios socios y agencias, el Houston Greenbelt se está transformando en un modelo ecológico sostenible que varias comunidades están interesadas en imitar en otros lugares del país.
“No se trata solamente de huertas y alimentos”, dijo el profesor Juan Elizondo. “Se trata de restaurar la naturaleza en las comunidades plantando árboles y otras plantas que aportan recursos a la comunidad y beneficios ecológicos para todos. Estamos conectando estudiantes con agencias y organizaciones de recursos naturales en las cuales los jóvenes podrían un día hacer carrera en una especialidad por la que sientan pasión”.