Cuando me gradué de la Preparatoria Chávez hace dos años, yo fui la “primera” en muchos aspectos: la primera en mi familia inmediata que iría a una universidad de cuatro años (mi familia se había trasladado a los Estados Unidos sólo dos años antes), una de las primeras estudiantes de Chávez en asistir a una institución privada fuera de Texas y una de las primeras estudiantes en graduarse del programa piloto EMERGE. Junto con el inmenso sentido de orgullo y alegría que sentí sobre mi aceptación a la Universidad Tufts, también estaba el estrés y la responsabilidad de tener éxito, no sólo para mi familia y para mí, sino también para mi comunidad.
Pero ser una estudiante universitaria de primera generación estaba más allá de mí. Experimenté el choque cultural de tener que equilibrar los problemas de mi vida académica con mi vida social, pues no estaba completamente satisfecha con el rendimiento de mi primer semestre en Tufts. Cuando regresé a Houston para las vacaciones de invierno y me invitaron a asistir a una reunión social de EMERGE, me puse nerviosa en compartir mi experiencia en la universidad, pensaba que era un fracaso. Hablando con los mentores de EMERGE y con mis compañeros, acerca de sus experiencias en la universidad, supe que no era la única estudiante de la primera generación que pasaba por esto. Me di cuenta que no estaba sola y que había otras personas que creían de verdad en mí y que estaban allí para apoyarme. Volví a Tufts para cursar mi segundo año con un renovado sentido de posibilidad y una perspectiva más firme.
Este verano he vuelto para hacer una pasantía con EMERGE. Me encargué de ayudar a organizar la reciente gira de verano que llevó a 94 alumnos entrantes al undécimo grado, a visitar nueve universidades de primer nivel en el noreste del país. En 2010, cuando se fundó la asociación EMERGE, hacer un recorrido para visitar las universidades de primer nivel era sólo un sueño que compartía con los otros 11 estudiantes de la generación y mis mentores voluntarios.
Trabajar con el equipo de EMERGE y con mi antiguo mentor para planear y coordinar la gira, verdaderamente ha cumplido un sueño personal. Como ex alumna EMERGE, me siento muy orgullosa y honrada de haber compartido y transmitido este sueño a los actuales estudiantes de HISD. Verlos experimentar un evento que cambia por completo su vida era más de lo que jamás hubiera imaginado. Además, para mi sorpresa, he aprendido mucho sobre mí misma. Si tuviera que usar un adjetivo para describir mi experiencia con EMERGE hasta el momento, sería “fenomenal”. ¡Estoy impaciente por ver qué viene más adelante!