Los fideicomisarios de la Mesa Directiva de HISD participaron el 22 de enero en un taller donde se informaron en detalle sobre el impacto que el creciente costo de la construcción está teniendo en el programa de bonos del distrito. Durante la sesión, se estudiaron varias estrategias de respuesta a posibles déficits presupuestales.
Desde el 2012, año en que el electorado de Houston aprobó el paquete de bonos del distrito de $1.89 mil millones de dólares destinado a renovar o reemplazar 40 escuelas, se ha producido en el distrito una abrupta alza del costo de las obras de construcción. Este incremento sin precedentes refleja una tendencia que presenta desafíos para los distritos escolares de la región y del país.
En Houston, el costo de la construcción ha aumentado un promedio de 44 por ciento, de alrededor de $146 dólares por pie cuadrado en el 2012 a aproximadamente $210 dólares por pie cuadrado hoy día.
El aumento se atribuye en gran medida al auge experimentado por la industria petrolera y de la construcción en los últimos años. Ese incremento estimuló el desarrollo de una robusta economía en Houston, y en la mayor parte del estado, aun cuando en otros estados la economía mostraba señales de deterioro. El crecimiento del sector de la energía generó en la zona un incremento del número de obras de construcción comerciales, junto con una gran demanda de obreros y materiales, como acero y concreto.
El distrito ya ha tomado algunas medidas a fin de estar preparado para posibles déficits, incluso la de asignar al presupuesto de construcción de cada escuela cierta cantidad del dinero destinado a reducir los efectos de la inflación y algunos fondos de reserva. El jueves, la Mesa Directiva dio al distrito la luz verde para que considere otras estrategias, como posponer el proceso de licitación de algunos proyectos, o volver a presentar partes de algunos proyectos para intentar conseguir un mejor precio.
Los representantes señalaron que la reciente baja de los precios del petróleo podría contribuir a un descenso del costo de la construcción debido a que, al postergar las compañías del campo de la energía sus planes de construcción de nuevas instalaciones, habría mayor disponibilidad de mano de obra y materiales.
“Opino que les debemos a los contribuyentes un plan de acción mejor que seguir adelante como si no hubiera habido cambios en la economía”, dijo el fideicomisario Harvin Moore. “Tengo confianza en que, en la medida en que el precio del petróleo baje, el costo de las obras de construcción bajará también, por lo cual, suspender algunos de los proyectos me parece una manera muy lógica de encarar la situación”.
En las próximas semanas y meses, los funcionarios de HISD analizarán todas las opciones de cada proyecto a fin de determinar cuál será el mejor camino a seguir en cada caso.