En esta entrega semanal de Yo soy HISD, que presenta perfiles de estudiantes, graduados, empleados y otros miembros del Equipo HISD, presentamos al oficial de libertad condicional Juan Sorto, quien nos habla de lo que lo llevó a convertirse en un miembro de los Voluntarios de en las Escuelas Públicas de HISD, por qué siente tanta pasión por trabajar con los estudiantes en el área de North Forest y qué le inspiró para poder alcanzar los sueños que tenía cuando era niño.
Tú te acercaste a HISD hace varios años con una petición muy específica: ser voluntario en las escuelas que solían ser parte de North Forest ISD. ¿Por qué era tan importante para ti servir a los estudiantes de esa parte de la ciudad?
Me mudé a la zona de North Forest en 2001 y aún vivo ahí hoy. North Forest tiene muchos estudiantes que están en la misma situación en la que estuve cuando era niño: están creciendo en la pobreza. A mí me crio una madre soltera que no sabía nada de inglés y que apenas había terminado el segundo grado. Yo fui la primera persona en la familia en graduarse de la preparatoria e ir a la universidad. Cuando finalmente llegué a un nivel en el que me sentí estable en la vida y tuve un ingreso suficiente, quise acercarme a los niños que luchaban como yo luché, pero que tal vez no sabían qué hacer para tener éxito.
Hasta ahora, has sido tanto mentor de estudiantes del noveno grado de la Preparatoria North Forest, como voluntario de Real Men Read en la Primaria Shadydale. ¿Puedes compartirnos tus experiencias?
La experiencia en la preparatoria ha sido fantástica, he disfrutado cada momento ahí. Tuve la oportunidad de mostrarles a
algunos alumnos cosas a las que nunca habían estado expuestos como la comida vietnamita e italiana. Cuando les traje comida de Olive Garden una vez, quedaron impactados pues nunca antes habían probado el espagueti en esa forma y no sabían lo que era el pan frito. Tuve que enseñarles.
También me encantó la experiencia en Shadydale. El primer año trabajé individualmente con dos estudiantes, pero el año pasado, ya le estaba leyendo a todo el grupo. He estado trabajando en estrecha colaboración con la Sra. Quintana y la Sra. Bastias para motivar a los niños a seguir adelante con fuerza y empuje. Es súper especial contribuir en la vida de estos niños. Siento que estoy cumpliendo con un llamado para dar algo de mí.
¿Tuviste algún mentor cuando eras un niño que te haya ayudado o te haya inspirado?
Cuando estaba creciendo había un grupo de gente con quienes yo me identificaba y quería ser como ellos. En los grados once y doce, trabajé en una cooperativa y eso te permite adquirir experiencia laboral mientras estás en la preparatoria. Esa maestra fue fundamental pues llevó a un grupo de muchachos a cenar en Spindletop, un restaurante que gira en la parte superior de un edificio. Esa experiencia fue única y cambió mi forma de ver las cosas. Ahora es lo que intento hacer con mis estudiantes, tratar de abrirles los ojos a algo mucho más grande.
Tú eres actualmente un agente de libertad condicional en el Departamento de Supervisión Comunitaria y Correccional del Condado de Harris. ¿Es esa una de las razones por las que eres voluntario ahora con jóvenes de escasos recursos? ¿Tu finalidad es que no se encuentren contigo más adelante?
Sí, quiero encontrármelos en cualquier otro sitio y no donde trabajo ahora. Mi madre trabajaba por las noches y yo tenía que cuidar de mi hermana pequeña, no era un el mejor estudiante en absoluto, nunca llegué a ser parte del cuadro de honor; pero cuando miro hacia atrás en mi viaje personal, veo que luché mucho y ahora tengo la bendición de no ser uno de aquellos que se reportan conmigo.
¿Recomendarías a las personas que fueran voluntarios en HISD?
Definitivamente. Lo paso bien y la satisfacción que te da hacer eso no puede explicarse. Los animo a todos para que busquen la manera de involucrarse y ser parte de esto.