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La Federación Nacional de Vida Silvestre le otorgó una certificación al jardín estudiantil del Centro para la Primera Infancia Farias por ser un hábitat de vida silvestre.

El jardín Farias es un refugio para animales pequeños e insectos que necesitan hogares desesperadamente en el ambiente urbano de Houston. El jardín debe cumplir con ciertos criterios para recibir la certificación, como proporcionar protección, néctar y agua para la vida silvestre.

El jardín incluye un estanque y un área con césped alrededor para que las ranas puedan brincar fácilmente del estanque y esconderse cuando se sientan amenazadas. Esta es una manera de proporcionarle protección a la vida silvestre.

Una de las lecciones más importantes que aprenden los estudiantes del jardín es cómo ser guardianes del medio ambiente y lo ideal es motivar a los estudiantes de prekínder a que sigan protegiendo el medio ambiente cuando sean adultos.

La directora Sandra Menxueiro indicó que el éxito del programa se debe al trabajo de  su personal, incluyendo a Janice Brown, la coordinadora del jardín, y a Belinda Nava, maestra de ciencia. Brown ayudó a planear la ampliación de jardín y las clases en el exterior y Nava orienta a los estudiantes que estudian detalladamente toda la actividad en el jardín.

“Siempre he deseado que los estudiantes que viven en la ciudad entiendan de dónde provienen sus alimentos y cómo pueden llevar una alimentación sana con esa información. También quiero que cada niño aprenda y se acerque a la naturaleza”, dijo Menxueiro. “Ya que nuestros estudiantes viven en la ciudad, muchos de ellos nunca habían visto a una libélula, pero… ahora ven libélulas todo el tiempo. La maravilla de la naturaleza es un aspecto importante de la infancia y quiero que los estudiantes de Farias tengan esta experiencia que es una parte importante de la vida”.

Los estudiantes están cultivando su propia comida y observando a cientos de pequeños visitantes en su jardín. Algunas especies de mariposas como la monarca, Agraulis vanillae y Phoebis sennae hacen del jardín Farias un hogar. Hay otros animales como el sapo de la costa del Golfo, el sapo de bronce y la rana verde de Norteamérica. Antes de que se ampliara el jardín solo había sapos de la costa del Golfo. Las otras especies emigraron una vez que se hizo el estanque.

“Mi misión en la vida es enseñar sobre la naturaleza, especialmente a niños. Mi mayor esperanza es que más adelante estos estudiantes amen verdaderamente a la naturaleza – aunque no se acuerden que todo empezó en prekínder”, dijo Brown.

Para informarse sobre lo que sucede día a día en el jardín Farias, sígalos en Twitter (@FariasGarden) para ver a los tigritos jardineros en acción.