Como parte de los esfuerzos de HISD para informar a la comunidad sobre importantes decisiones financieras que está tomando antes de la votación de la Mesa Directiva para adoptar un presupuesto en junio, el distrito ha puesto de relieve a los bibliotecarios y el impacto significativo que tienen en los estudiantes.
La Dra. Julie Baker Finck, presidenta y CEO de la Fundación Barbara Bush para la Alfabetización de Houston, ha compartido un artículo que trata sobre los beneficios de mejorar el acceso a las bibliotecas en HISD en el marco de la propuesta presupuestal.
Leer es fundamental. Las bibliotecas escolares son fundacionales.
En mi niñez, la lectura no era ni mi materia favorita ni mi pasatiempo. Pero en el cuarto grado fui asistente de la bibliotecaria de mi escuela, la Sra. Jacobson. Pasé muchas horas catalogando libros, colocándolos en los estantes y hablando con ella sobre las historias que vivían entre las cubiertas.
También participé en programas de lectura que organizaba la Sra. Jacobs para nuestra escuela, y en los cuales ella ofrecía incentivos en función del número de páginas que leíamos los estudiantes o de otras pautas que nos daba para motivarnos a leer. De hecho, entre mis recuerdos de la infancia tengo varios gusanitos de ganchillo, certificados de logros y hasta un trofeo por haber sido la campeona de lectura en cuarto grado.
Aunque no recuerdo el momento exacto en que me convertí en bibliófila, sé que la Sra. Jacobson desempeñó un papel prominente en el desarrollo de mi amor por la lectura para toda la vida. Realmente marcó una gran diferencia en mi vida, y estoy segura de que hizo lo mismo por otros niños que visitaban la biblioteca de la escuela.
A pesar de que muchas cosas han cambiado en los más de 40 años que han transcurrido desde que yo estaba en el cuarto grado, las investigaciones son concluyentes en cuanto al valor y la importancia de las bibliotecas escolares y los bibliotecarios certificados. Específicamente, un creciente caudal de investigaciones conducidas en las dos décadas pasadas, que incluye los resultados de 26 estudios estatales sobre el impacto de las bibliotecas escolares, ha demostrado una y otra vez que hay una correlación positiva entre los programas bibliotecarios de calidad y el rendimiento estudiantil. (Achterman, 2008; Gretes, 2013; Scholastic, 2016) “De hecho, los investigadores frecuentemente han hallado que los beneficios asociados con los programas de biblioteca eficaces son más marcados para los estudiantes vulnerables y expuestos al riesgo, como los estudiantes de color, los de bajos ingresos y los que tienen discapacidades”. (Lance & Kachel, 2018).
Más allá de los resultados de las pruebas, las bibliotecas escolares sirven a los estudiantes como portales de entrada al mundo, y los bibliotecarios certificados juegan un papel fundamental de navegadores para que los estudiantes se conviertan en pilotos de su propio aprendizaje, creatividad, sueños y éxito. Los bibliotecarios certificados no solo ayudan a un niño a encontrar libros especiales que despierten en él el amor por los libros y la lectura, sino que a menudo sirven también como instructores de tecnología, intervencionistas y motivadores de la lectura, fuentes de apoyo para la enseñanza, capacitadores profesionales de maestros y más.
Según los resultados de la Evaluación de la Preparación Académica del Estado de Texas (STAAR) de 2019, el desempeño de los estudiantes de HISD evaluados en lectura en relación con el estándar “Cumple con el nivel de grado” osciló entre apenas 26 % en sexto grado y 40 % en quinto grado. Además, 62 de las 256 bibliotecas escolares de HISD están consideradas no operativas según la Comisión de Archivos y Bibliotecas del Estado de Texas.
Es de vital importancia que HISD logre que cada escuela tenga un bibliotecario certificado, una biblioteca del siglo XXI y programas bibliotecarios sólidos como imperativa estratégica para mejorar las tasas de alfabetización. Por eso me complace tanto que HISD no solo haya destinado $15 millones a la actualización de las colecciones de las bibliotecas escolares, sino que además adoptara una política que requiere que las escuelas tengan un bibliotecario certificado a partir del ciclo escolar 2022-2023.
Podemos y debemos hacer más para que todos los niños se gradúen a su debido tiempo, participen plenamente en nuestra economía, se integren en la sociedad y desarrollen al máximo su potencial. Todo comienza ayudándolos a aprender a leer.
Si todos creemos que la lectura es fundamental, debemos invertir en prácticas que han demostrado una y otra vez ser fundacionales para el éxito en la lectura. Tener bibliotecas escolares sólidas con bibliotecarios certificados a cargo es esencial.
Todos los niños se merecen una Sra. Jacobson.