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Imaginarse cómo es un centro de enseñanza del siglo XXI puede ser difícil. Pero los miembros de los equipos asesores de proyectos de nueve escuelas de HISD tienen hoy una visión más clara después de haber viajado a la capital del país la semana pasada para ver escuelas modernas.
El día de gira por Washington, D.C. consistió en visitas a cuatro escuelas diseñadas para facilitar la colaboración en ambientes flexibles favorecidos por su enfoque en la tecnología. El objetivo de la gira era lograr que el grupo viera diseños que tal vez podrían usarse en escuelas de HISD seleccionadas para ser remodeladas o construidas a nuevo en el marco del programa de bonos del distrito. La visita también les permitió observar el impacto que esos edificios tienen en el aprendizaje de los estudiantes.
Las nueve escuelas preparatorias de HISD que participaron en la gira fueron: Sam Houston MSTC, Austin, Jordan, Madison, Westbury, Bellaire, Lamar, Yates y Davis.
“La meta es construir para ustedes una escuela de calidad que dure 30 o 40 años”, le dijo al grupo Dan Bankhead, director general de Diseño de Instalaciones. “Este es un intrépido emprendimiento para todos nosotros”.
El grupo recorrió cuatro escuelas remodeladas o construidas a nuevo: la Escuela Preparatoria H.D. Woodson de STEM; la Escuela Preparatoria Phelps para la Arquitectura, la Construcción y la Ingeniería; la Escuela Preparatoria Dunbar; y la Escuela Preparatoria Woodrow Wilson.
El diseño de la Escuela Woodson se destaca por su eje central definido por un atrio, iluminado de luz natural, que conecta los cuatro pisos donde se albergan los espacios de enseñanza de STEM. En los dos pisos superiores se encuentran cuatro comunidades de aprendizaje configuradas para facilitar el aprendizaje integrado. Según las necesidades, es posible usar los salones de clases como espacios colaborativos o dividirlos en aulas de menor tamaño. En el segundo piso hay un centro de tecnología que es el corazón de la comunidad de aprendizaje de STEM y sirve de ambiente escolar colaborativo para el aprendizaje de la tecnología.
Cecario Guerrero, un instructor de agricultura/ciencia del programa CTE de la Escuela Preparatoria Austin, dijo que los conceptos que vio en esa escuela serían útiles para sus métodos de enseñanza.
“El tipo de capacitación y enseñanza colaborativa de STEM adoptado en esa escuela, permite el desplazamiento entre salones de clases a cargo de profesores que enseñan la misma materia a la misma vez, y me parece muy eficaz”, dijo. “Me gusta cómo aprovecharon el espacio, instalando en un lado del salón una serie de pizarras blancas que cubren las paredes de arriba abajo, y del otro lado, otros equipos educativos”.
En Phelps, la escuela misma sirve como herramienta de enseñanza, con su plan de estudios vocacional destacado en detalles como, por ejemplo, la variedad de diseños de mampostería, las muestras de diferentes tipos de pisos instalados en el área común, y las tuberías expuestas y diferenciadas por colores que identifican los diferentes sistemas que componen el edificio. En la azotea, dos molinos de viento sirven también como herramientas de enseñanza. Además, los arquitectos lograron integrarlos estilos de construcción modernos en la escuela original, preservando así el edificio construido en 1933 sin que ello impidiera el cumplimiento de los requisitos de seguridad y sostenibilidad que rigen hoy día.
Las escuelas Dunbar y Wilson cuentan con entradas amplias ideadas para ser un centro vital que los estudiantes pueden usar como punto de encuentro. En Dunbar hay una sala común, similar a las de las universidades, donde los estudiantes de los grados superiores pueden reunirse en un ambiente informal. Esta escuela tiene también un teatro con 600 asientos diseñado para acomodar una variedad de actuaciones y equipos de producción. En el aspecto de la energía y la sostenibilidad, la escuela ha recibido estatus de Platino de la agencia LEED.
Los espacios de aprendizaje de ciencias de la Escuela Wilson fueron diseñados con los salones de clases ubicados a ambos lados de los laboratorios, que ocupan un lugar central. Los salones de clases de ciencias cuentan además con acceso a un invernadero directamente adyacente.
Brenda Braziel, una profesora de programación de computadoras de la Preparatoria Madison, filmó la visita a las escuelas en su iPad. Dijo que espera que el video sirva para dar a sus alumnos una idea de los espacios de aprendizaje del siglo XXI, especialmente con la integración de la tecnología y de salones flexibles que pueden ampliarse o contraerse según lo dicten las diferentes experiencias de aprendizaje.
“Creo que lo que más va a entusiasmar a los estudiantes es el hecho de que los alumnos no necesariamente deben permanecer en sus asientos, y por lo tanto tienen más libertad de movimiento para aprender, crecer, madurar y participar”, señaló Braziel.