Cuando regresen a clases el próximo año escolar, los estudiantes de HISD notarán que en sus escuelas se venden menos barras de chocolate, dulces, papitas y gaseosas.
Nuevas normas federales establecidas por el Ministerio de Agricultura de EE.UU. (USDA) en el marco de un plan de nutrición llamado “Smart Snacks in School” (refrigerios sanos en la escuela) regulan el tipo de alimentos que, fuera del programa de comidas escolares, se venden en las escuelas en cualquier momento durante el horario de clases.
Las nuevas reglas de USDA incluyen restricciones al consumo de calorías, grasas, azúcar y sodio. Según las normas fijadas, solo se aceptan refrigerios que contengan menos de 200 calorías y no más de 230 miligramos de sal. Además, deben ser ricos en granos enteros, elaborados con frutas u hortalizas, o contener el 10 por ciento del valor diario recomendado de calcio, potasio, vitamina D o fibra dietética.
“Los nuevos estándares promueven un aumento del consumo de alimentos como frutas, hortalizas, granos enteros y productos lácteos bajos en grasa, que los estudiantes necesitan para mantenerse saludables toda la vida”, dijo Mandie Oceguera, dietista de HISD. “El programa Smart Snacks in School nos permite asegurar que los mensajes sobre la buena nutrición que los estudiantes reciben en la escuela sean consistentes”.
La revisión de las reglas es parte de la Ley Healthy Hunger-Free Kids aprobada en 2010 para promover la salud y la buena alimentación de los niños. La ley entrará en vigor el 1.o de julio este año.
“Durante los últimos dos años, en respuesta a cambios de normativa, el Departamento de Servicios de Alimentación de HISD ha ajustado los menús escolares y colaborado estrechamente con nuestros proveedores para poder ofrecer alimentos que se ajusten a las reglas y limitar a un mínimo los cambios de menú”, dijo Audene Chung, Administradora Sénior del Servicio de Alimentación de HISD.
Lea más sobre los estándares de nutrición del programa ‘Smart Snacks in School’ de USDA.
Los estándares también se aplican a los alimentos adquiridos de proveedores externos, tiendas escolares, máquinas expendedoras, puestos de refrigerios y recaudaciones de fondos. Las nuevas normas afectarán mayormente a las escuelas preparatorias donde se vende comida a la carta, como la comida rápida de restaurante y la de máquinas expendedoras que no cumplen con las normas del programa nacional de almuerzos escolares. Las normas no se aplican a los refrigerios o almuerzos que los estudiantes traen de su casa.
Los estándares de nutrición también se aplican a las bebidas que se ofrezcan en las escuelas. Las bebidas para deportistas con alto contenido de azúcar están prohibidas, pero las variedades de bajo contenido calórico estarán a la venta en las escuelas preparatorias. También se permiten la leche baja en grasa o desnatada, el agua con sabor sin calorías y los jugos de frutas y hortalizas 100% naturales. Las escuelas donde se sirvan comidas gratis a los estudiantes deben también ofrecer agua gratis en conformidad con las normas.
Las fiestas de cumpleaños y celebraciones no se verán afectadas, y los padres pueden continuar llevando refrigerios para celebrar ocasiones especiales en las escuelas donde esté permitido hacerlo. Las recaudaciones de fondos, por ejemplo las ventas de pasteles, están permitidas siempre y cuando la comida se venda en la escuela y cumpla con las normas del programa “Smart Snacks in School”. Sin embargo, si la venta de pasteles se lleva a cabo después de la salida de clases, en fin de semana o fuera del campus, la regla no rige.
Las agencias estatales vigilarán de cerca a las escuelas mediante un proceso de inspección administrativa del Ministerio de Agricultura para asegurar que los administradores cumplan con las normas. Los administradores que infrinjan las normas serán sujetos a multas o citaciones.
“Los estudiantes aprenden sobre la nutrición y la alimentación saludable no solo de lo que se enseña en el aula sino también de los alimentos que se les ofrecen en nuestras escuelas”, dijo Bettina Siegel, madre de un alumno de HISD e integrante del Comité Asesor para la Salud Escolar (SHAC). “Dado que tantos niños de HISD sufren de obesidad, es importante que los administradores, los padres y los estudiantes colaboren para que las escuelas puedan ofrecer opciones alimentarias más saludables”.