Las calles del vecindario ubicado en el noreste de Houston, al norte de Halls Bayou, están bordeadas de muebles y de pedazos de paredes de yeso y alfombra, señal inequívoca de que las casas se inundaron durante el huracán Harvey.
Joseph y Karina Mayorga prácticamente acababan de remodelar su casa de dos pisos cuando llegó el agua de la inundación. Aunque sólo hubo alrededor de un pie de agua dentro de la casa, fue suficiente para destruir los muebles de la sala, los electrodomésticos, los gabinetes de roble rojo nuevos y los pisos de madera originales instalados en 1951.
“Quise reemplazar los paneles de yeso yo mismo, pero la compañía de seguros me dijo que no lo hiciera”, explicó Joseph. “Y aunque el refrigerador funciona tenemos que comprar uno nuevo”.
En la familia Mayorga hay tres niños: Joseph Jr., que estudia en la Escuela Secundaria Henry; Nicholas, de 9 años, quien entra en el tercer grado en la Primaria Scarborough; y Breanna, de 7 años, quien cursará el primer grado también en Scarborough. Justamente Scarborough fue una de las nueve escuelas de HISD que se inundaron a tal punto que sus alumnos tendrán que asistir a clases en el plantel que antes era la Escuela Secundaria Terrell, en Crosstimbers Road.
“Nuestra directora, Miriam Medina, luchó para mantener juntos a todos sus alumnos en lugar de que fueran divididos y asignados a diferentes escuelas”, dijo Karina. “Creo que eso es muy importante”.
Karina se crió en ese vecindario y también estudió en Scarborough. Su madre vive en la casa de al lado, y hay otros parientes que viven en la zona.
“Nos gusta tanto Scarborough que no consideraríamos vivir en ninguna otra parte”, dijo. “Han sido maravillosos con nuestros hijos. Joseph Jr. tiene dislexia y lo han ayudado al punto que ahora es uno de los mejores estudiantes, y a Breanna la atiende la terapista del habla por problemas menores”.
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Nicholas y Breanna dormían en el segundo piso de su casa cuando sus padres fueron a despertarlos el lunes temprano por la mañana. “Anoche estaban tan contentos porque iban a comenzar las clases que no se podían dormir”, dijo Karina. “Breanna se hizo su propio almuerzo y hasta preparó uno para Nicholas”.
Cuando les preguntamos a los niños cómo se sentían ante el inicio de las clases Breanna guardó silencio, pero Nicholas reconoció que estaba un poco nervioso. “Están ansiosos por regresar a clases porque no tenemos ni internet ni cable aquí”, dijo Joseph, “y quieren encontrarse con sus amigos”. Nicholas dijo que tiene dos buenos amigos a quienes tiene muchas ganas de ver.
Los estudiantes toman el autobús a las 7:20 a. m. cerca de su casa en el Parque James Driver, y hoy viajarán a lo grande. En lugar de ir a la escuela en uno de los autobuses amarillos de siempre, se trasladarán en un autobús de lujo contratado por HISD. Lynne Bennett, una maestra de Scarborough, recibe a los niños con entusiasmo y los ayuda a subir y acomodarse. “Aire acondicionado, cinturones de seguridad, todo”, dijo. Bennett regresará más tarde para ayudar a atender el programa que se ofrece después del horario escolar en el Centro Comunitario North East, que también está en el parque.
El personal de mantenimiento de instalaciones de HISD trabajó hasta último momento preparando la Escuela Terrell para los alumnos de Scarborough. Breanna y Nicholas y los demás estudiantes entraron en el gimnasio donde los administradores los esperaban, listas en mano, para ayudarlos a encontrar a sus maestros. Breanna había esperado tener como maestra a Ms. Wagner, igual que el año anterior, pero se enteró de que estaría en cambio en la clase de Mr. Wilson. “Me recuerdas del programa para después de clases ¿no es así, Breanna?”, dijo él.
Breanna y sus compañeros lo siguieron a un salón de clases espacioso que compartirán con la clase de Ms. Komatinsky. La mayoría de los niños se sentaron en silencio en su lugar, pero algunos mostraban señales de ansiedad por separación, y otros tenían lágrimas en los ojos mientras los maestros trataban de determinar quién era quién para darles sus gafetes de identificación.
Si bien la Agencia de Educación de Texas aprobó exenciones que dispensan a los estudiantes de tener que reponer los nueve días de clases perdidos a causa de Harvey, los alumnos de 12 escuelas, entre ellas Scarborough, tendrán que compensar el tiempo perdido más allá de esos nueve días. La jornada escolar de Scarborough comienza a las 7:40 a. m. y durante el primer semestre se extenderá hasta las 3:55 p. m. en lugar de terminar a las 3:00 p. m.
“Regresaremos a recogerlos aquí a las 4:15 p. m.,” dijo Joseph en el parque. “Nos da mucho gusto ir volviendo a la normalidad”.