María Rosas Rosas siempre ve el lado positivo de las cosas. Y a pesar de la desilusión de no tener a sus amigos y familiares en su graduación, se siente muy orgullosa.
“Ser una valedictorian virtual se siente muy parecido a ser una valedictorian caminando por los pasillos de Westbury”, dijo María. “Aparte de la incertidumbre que rodea la graduación, estoy orgullosa de mí y de mis logros. Sé que mis amigos, maestros y familiares también están orgullosos de mí. Realmente eso es todo lo que necesito.”
“Como todos los demás, no puedo evitar sentirme decepcionada por cómo ha acabado el ciclo escolar. Nos esforzamos mucho en estos últimos cuatro años y esperábamos vernos desfilando por el escenario, recibiendo los diplomas y emocionándonos juntos. Ahora esto ya no puede ser. Y aunque es un poco deprimente, sé que hará que nuestra próxima reunión sea más memorable”.
María participa en proyectos divertidos y creativos en las redes sociales para animar a sus compañeros. “Estamos probando nuevas maneras de pasar el tiempo y de mantenernos saludables y positivos”, dijo. “He aprendido que conectar con alguien, aunque sea con un pequeño gesto, puede marcar la diferencia”.
Como muchos de sus compañeros, la transición de María a la escuela virtual ha sido difícil. “Administrar mi tiempo, mantener contacto con mis maestros y tratar de mantenerme motivada ha sido un desafío, pero he establecido una rutina para completar mi trabajo escolar desde casa de manera efectiva “, dijo. “A mí me funciona mejor trabajar durante periodos de tiempo cortos. Para maximizarlos, trato de concentrarme totalmemente durante 15 minutos, seguido de cinco minutos de descanso. Con esto puedo ser productiva sin sentirme sobrecargada de trabajo”.
El estudiante senior, echa en falta, especialmente, participar en proyectos grupales y en actividades después de la escuela. “Como valedictorian, me ha resultado más difícil comunicarme con mis compañeros de clase ahora que no tengo contacto directo con ellos”, dijo María. “Trabajar solo puede hacerte sentir aislado”. María ha participado activamente en la Sociedad Nacional de Honor, el club de matemáticas, el Proyecto Woods y el Programa EMERGE de Westbury. Sobre todo, se siente muy orgullosa de ser vicepresidenta de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) este año y de ser miembro de HOSA (Health Occupation Students of America).
En cuanto a la universidad, María ha decidido quedarse en Texas para estar cerca de la familia; aunque aún tiene que decidir dónde irá. Algunas de sus aficiones son pintar, cocinar y hacer yoga.