Cuando Madison Olds, estudiante de último año de la Escuela Preparatoria Bellaire, piensa en los últimos tres meses, lo hace con una sensación de nostalgia agridulce.
Piensa en los partidos de baloncesto, béisbol y fútbol que no se jugaron y en los cuales, como animadora, ella hubiese podido alentar y vitorear a sus compañeros. Piensa en haberse perdido de ir a Chick-Fil-A a almorzar con sus amigos.
Piensa en el almuerzo para estudiantes séniors que no se celebró, en participar con sus compañeros de clase, vestidos de toga y birrete, en la práctica para la ceremonia de la graduación y en la foto de toda la clase –todo lo que había de suceder en una semana muy especial y que ella había estado esperando desde su primer año de preparatoria.
«Casi me alegra no haber sabido que ese sería nuestro último día», dijo la joven de 17 años, recordando el 12 de marzo, cuando se anunció el cierre del Distrito Escolar Independiente de Houston, que inicialmente iba a durar dos semanas. «Cuando nos dimos cuenta de que no íbamos a regresar, creo que fue entonces que realmente me sentí triste».
Al igual que incontables distritos del país, HISD cerró sus puertas en marzo e hizo la transición a clases en línea para detener la propagación de COVID-19.
Después de casi tres meses de clases virtuales, charlas grupales y sesiones de FaceTime, Olds estaba cautelosamente emocionada ante la posibilidad de volver a ver a sus amigos y maestros en persona en la celebración de Bellaire, parte de un evento organizado por la Ciudad de Houston y HISD.
Celebrada el 5 de junio en todas las escuelas preparatorias del distrito, la ceremonia incluyó un video con mensajes de felicitación de la superintendente interina Grenita Lathan, el alcalde de Houston Sylvester Turner y otros funcionarios y celebridades.
Después del video, el director de la Preparatoria Bellaire, Michael McDonough, les dirigió la palabra a los estudiantes y se distribuyeron becas, entre las cuales se contaba una beca creada en memoria del estudiante de Bellaire, César Cortés, asesinado a principios de año.
McDonough dijo que esperaba que la celebración fuera para sus alumnos una manera segura de celebrar juntos en la escuela una vez más.
«La graduación es el mejor momento del año, todos los años. Todos están contentos por haber logrado su objetivo y podemos ser parte de eso», dijo McDonough. «Como director, puedo compartir un momento con cada uno de ellos al estrecharle la mano. No tener eso este año ha sido muy difícil. Queda algo inconcluso».
Para Olds, la celebración fue una oportunidad final para celebrar y despedirse antes de dirigirse a la Universidad Estatal Sam Houston a estudiar enfermería, un deseo que según dice se ha reafirmado por la pandemia.
Vestida con su falda de porrista, la toga y el birrete rojo brillante y una máscara quirúrgica azul, Olds posó para tomarse fotografías en la celebración frente a un “2020” gigante formado con globos rojos y blancos.
Su alegría se vio empañada solamente por lo que significa emocionalmente graduarse en un año de pandemia mundial y de la trágica muerte de uno de sus compañeros.
«Simplemente me enseña que necesito disfrutar de cada momento porque nunca se sabe lo que tendrás y lo que no», dijo Olds.