El Club de Millonarios de HISD es una iniciativa de alfabetización diseñada para fomentar en los estudiantes el interés en leer por placer durante los meses del verano. Todas las semanas conversamos con un bibliotecario de HISD sobre su lista de lecturas. Esta semana hablamos con Pat Johnson, bibliotecaria de la Escuela Secundaria Stevenson.
¿Qué está leyendo actualmente?
Estoy leyendo todos los libros del concurso ‘Nombra ese libro’ para sacar pistas.
¡Vaya! ¿Los 35 libros?
Bueno, solo he leído cinco hasta ahora, pero anoche terminé las preguntas para tres de los libros. Antes, intentaba leerlos todos dos veces. La primera vez, los leía de principio a fin para familiarizarme con las historias, y la segunda vez empezaba a pensar en pistas y preguntas. Pero como el año pasado ya estábamos en noviembre y yo todavía no había terminado, este año los voy a leer solo una vez.
¿Qué libros para adultos tiene en su lista de lectura?
Por lo general leo muchas novelas de misterio, como las de Donna Leon que se desarrollan en Venecia; pero ahora me he dedicado a lecturas más ligeras, como son los libros de Maeve Binchy y Nora Roberts. Es un buen contraste con los libros en los que verdaderamente debo concentrarme para ‘Nombra ese libro’.
¿Cómo motiva la escuela a los estudiantes para que lean durante el verano?
Les decimos a los niños que visiten el sitio de internet de la escuela y que ingresen su información en el enlace “Ticket to Reading Rewards” porque los estudiantes que leen cierto número de libros pueden ganar premios de la competencia de NCAA, que se llevó a cabo aquí hace unos años. Y los más afortunados hasta recibirán trofeos.
Tenemos un club de ‘Nombra ese libro’ muy sólido, y a veces logramos integrar lectores reacios. Yo les digo, “Miren, si han leído un solo libro, pero les ha quedado todo bien grabado y nadie más lo conoce, podrían ser parte del equipo”. Un estudiante que se integró me dijo que hasta este año nunca le había gustado leer.
¿Tiene algún consejo para los padres?
Animen a los niños, llévenlos a la biblioteca pública y dejen que elijan material que les interese a ellos, aunque no sea del nivel del grado que cursan. Traten de ser positivos y alentadores. No les hagan muchas preguntas. Lean ustedes también. Si los padres leen, los niños leerán.
Piensen en empezar con las novelas gráficas. Son muy populares entre los lectores más reacios y podrían servir como puente para otros libros. Uno de mis estudiantes solo leyó novelas gráficas, como las de la serie Angel/Maximum Ride de James Patterson o The Lightning Thief, hasta el octavo grado. Hay que dejar que ellos sean quienes eligen.