Estudiantes aprenden habilidades valiosas en Houston Food Bank gracias al programa H.E.A.R.T.

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HISD ofrece varios programas para ayudar a los jóvenes con discapacidades significativas a hacer la transición de ser estudiantes de preparatoria a ser adultos con una vida productiva. Estaremos presentando tres de estos programas en octubre, ya que es el Mes Nacional de Concientización sobre el Empleo para Discapacitados. Este es el primero de la serie.

Gracie Trejo, de 19 años, es una estudiante extrovertida de la Escuela Preparatoria Sharpstown. Ella se levanta temprano, se viste con una camisa polo morada o gris y un pantalón caqui y se transporta en autobús hasta Houston Food Bank. Tiene trabajo.

Gracie es una de 17 estudiantes de HISD que tienen discapacidades del desarrollo y que están trabajando como practicantes en Houston Food Bank, gracias al programa  H.E.A.R.T (Housing, Entrepreneurship, and Readiness Training). Los estudiantes de 18 a 22 años de edad, se gradúan oficialmente cuando terminan sus prácticas.

Gracie se siente entusiasmada por todo lo que está aprendiendo pero lo que más le gusta es reabastecer las máquinas de refrescos en el banco de alimentos. También trabaja en la cafetería llamada Texans Café para los visitantes y voluntarios del edificio. Gracie conduce el recorrido de la cafetería y señala los contenedores grandes de azúcar y endulzantes que utiliza para reabastecer la cafetería. “Y siempre nos lavamos las manos antes de empezar a trabajar en el café”, dijo.

Gracie y el resto de los estudiantes reciben capacitación para trabajar con las máquinas expendedoras,  en puestos de alimentos, y en el almacén de las instalaciones de vanguardia que tiene Houston Food Bank en la zona East Houston.

“Ellos aprenden a operar seis tipos de máquinas expendedoras”, dijo Dr. Ross Castillo, uno de los fundadores de H.E.A.R.T. “También trabajan en la cafetería Texans Café haciendo café, limpiando mesas, reabasteciendo, y atendiendo a los clientes”.

Durante una parte de la semana, los estudiantes asisten a un salón de clases muy amplio del banco de alimentos con Michelle Stantial, maestra de educación especial de HISD. Recientemente, los estudiantes practicaron cómo contestar el teléfono y tomar mensajes. También están aprendiendo a preparar su currículo, a ser empleados responsables, a adquirir habilidades para reconocer productos, etiquetar alimentos, contar dinero de las máquinas expendedoras, y realizar otros servicios relacionados con la capacitación laboral.

Houston Food Bank es un lugar donde se fomenta la esperanza gracias a nuestras asociaciones productivas”, dijo Brian Greene, presidente de Houston Food Bank.

Trevor Prince, de 18 años, asistió a la Escuela Preparatoria North Forest antes de entrar al programa H.E.A.R.T. Rápidamente indica cuál es su refresco favorito y su dulce favorito de las máquinas expendedoras. Dylan Curvey, de 20 años, habla sobre cómo le ayuda a su madre a cocinar y a lavar ropa los fines de semana. A los estudiantes les gusta mucho trabajar en el banco de alimentos pero como la mayoría de los jóvenes, disfrutan los fines de semana escuchando música, jugando con sus hermanos, y viendo a sus amigos.

H.E.A.R.T. está celebrando su décimo aniversario este año y el programa de prácticas de HISD va en su segundo año. El programa está creciendo y algunos de los estudiantes que participan en las prácticas podrían obtener empleos en Houston Food Bank, cuando se abra Keegan Kitchen el año que entra.

Se servirán 20.000 alimentos nutritivos diariamente en las instalaciones de 10.000 pies cuadrados de la cocina nueva. Los estudiantes que no obtengan empleos en el banco de alimentos estarán bien capacitados para encontrar empleos de provecho en la industria de alimentos, de máquinas expendedoras, o de almacenamiento.

“Nuestra asociación con H.E.A.R.T. refleja perfectamente nuestra misión”, dijo Greene. “Utilizamos nuestros recursos para crear oportunidades para los jóvenes que participan en el programa H.E.A.R.T. que buscan un futuro positivo”.

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