El aprendizaje social y emocional, la disciplina restaurativa, y la expansión de los servicios integrados serán las prioridades principales.

Faltan más de dos meses para el comienzo del ciclo escolar 2017-2018, pero el superintendente de HISD Ricardo Carranza ya ha comenzado a articular algunas de las prioridades principales del distrito para el próximo año.

El superintendente Carranza recientemente se dirigió a más de 1 500 líderes de las escuelas y del distrito en general en el marco de la Serie de Aprendizaje Profesional 2017 de HISD. Esta serie es un taller de capacitación de dos días que tradicionalmente sirve de plataforma de lanzamiento para la dirección del distrito con vistas al siguiente ciclo académico.

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Carranza le pidió a la audiencia de líderes, directores, subdirectores y docentes que reflexionaran sobre la misión de la educación pública y consideraran las escuelas de HISD como santuarios para los niños y adolescentes de Houston. Muchos de nuestros estudiantes tienen necesidades sociales y emocionales que van más allá de las materias escolares.

“Las escuelas públicas son el último refugio para nuestros estudiantes”, dijo Carranza. “Todos ustedes presentes en esta sala son el último refugio donde terminar con el conducto escuela-cárcel”.

En su discurso de 20 minutos, Carranza destacó la importancia crucial de educar a los estudiantes de manera integral. Además, señaló que es esencial crear una cultura y un ambiente escolar que brinde apoyo a todos los estudiantes, y permita aprovechar al máximo los servicios integrados con el fin de atender las necesidades de los estudiantes, los padres y la comunidad.

Por otra parte, Carranza enfatizó el compromiso del distrito de evaluar los servicios de educación especial que ofrece, para pasar de un método programático a un modelo de servicios globales y estrategias del plan de Diseño Universal de Aprendizaje.

El superintendente prometió además continuar abogando por prácticas de justicia restaurativa, que se enfocan en el manejo de las relaciones y en satisfacer las necesidades sociales y emocionales de los estudiantes, en lugar de centrarse en el control de la conducta y las medidas disciplinarias.

Después del discurso de Carranza, los asistentes participaron en actividades colaborativas de aprendizaje práctico para comenzar a transformar su forma de pensar, examinar sus propios prejuicios implícitos, y generar nuevos enfoques y estrategias para satisfacer las necesidades de todos los estudiantes.

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