Es el segundo día de clases en la Escuela Secundaria Stevenson en el sur de Houston y, a medida que los estudiantes van llegando con sus mochilas al hombro y cargados de libros, en el pasillo principal de la escuela el entusiasmo del regreso a las aulas es evidente.
«Una de las iniciativas que hemos puesto en marcha este año tiene que ver con las intervenciones», dijo la directora Christyn McCloskey, en referencia a sus planes para el ciclo escolar 2021-2022. «Los estudiantes recibirán intervenciones intensivas en grupos pequeños. Todos y cada uno de los maestros de este plantel deberán determinar el nivel de cada estudiante y formar grupos para las intervenciones».
El programa es parte del plan de la escuela para abordar la pérdida de aprendizaje de este año, y consiste en una serie de actividades para ayudar a los estudiantes a ponerse al día, recuperando el aprendizaje que podrían haber perdido durante el verano, e incluso durante toda la pandemia.
Al hablar de pérdida de aprendizaje, se hace referencia a los conocimientos y destrezas adquiridas que pierden algunos estudiantes durante las vacaciones de verano. Típicamente, se traduce en una pérdida de aprendizaje de alrededor de dos meses y medio, pero varios estudios conducidos a nivel nacional han demostrado que, a causa de la pandemia, estas pérdidas pueden representar hasta casi seis meses de pérdida de aprendizaje este año.
El superintendente Millard House visitó dos escuelas secundarias en los primeros días de clase —Attucks el primer día, y Stevenson el segundo— a fin de informarse de los planes de estas escuelas para resolver esta pérdida de aprendizaje.
«Responder a la pérdida de aprendizaje es algo que las escuelas siempre deben abordar con el regreso a clases después de las vacaciones de verano», dijo House. «Pero en este ciclo escolar en particular, esto es una prioridad mayor. Ha habido muchos obstáculos a causa de la pandemia desde hace más de un año, pero confío en que nuestros maestros y estudiantes pueden recuperarse bien».
En cada una de nuestras escuelas hay preparativos para abordar esos obstáculos directamente, no solo de manera específica en función de las circunstancias de cada plantel, sino también de manera individual para atender las necesidades de cada estudiante a partir de sus datos particulares, dijo Shani Wyllie, directora de la Secundaria Attucks.
«Antes del comienzo del ciclo escolar, analizamos los datos estudiantiles para determinar cómo agrupar a los estudiantes de la manera más eficaz para satisfacer sus necesidades», dijo Wyllie. «Sabíamos que era necesario que los estudiantes mantuvieran el progreso que había logrado en su nivel escolar, pero también somos conscientes de que es preciso atender las brechas creadas por COVID».
Esto implica agrupar a los estudiantes en función de sus necesidades y progreso, y luego dividir el tiempo entre el mantenimiento de ese progreso y la instrucción acelerada que les permita reponerse de la pérdida de aprendizaje que cada uno haya tenido.
Las necesidades de cada estudiante se identifican mediante evaluaciones de principio de año en combinación con resultados y datos de pruebas estatales. Durante todo el año, las escuelas continuarán evaluando a los estudiantes para determinar si se encuentran en el mejor grupo para sus necesidades personales.
En Stevenson, la directora McCloskey les ha asegurado a los padres que, si bien superar los obstáculos del año pasado requerirá de tiempo, ellos no están solos. «Estamos fomentando una mentalidad de crecimiento», dijo. «Queremos que los estudiantes entiendan que lo que sucedió el año pasado, cualquiera haya sido su circunstancia, este es un año nuevo. Este año vamos a lograr nuestros objetivos. Este año todos aprenderemos»