Cuando el superintendente Millard House llegó a la Academia de Doble Vía Wharton, caminó hacia dos jóvenes estudiantes que le daban la bienvenida mientras mantenían abiertas las puertas dobles de cristal que le conducían al pasillo principal.
Con mascarillas y vestidos con sus camisetas escolares azules, los estudiantes de segundo grado miraron con curiosidad a su visitante tan especial.
“¿Cómo están?”, les preguntó el superintendente House mientras se acercaba a ellos y les preguntaba sus nombres y en qué curso estaban. “¿Saben? Venir a verlos me ha alegrado el día”.
Wharton era una de las múltiples paradas que el superintendente hizo el martes, mientras visitaba a las escuelas del distrito, el segundo día del ciclo 2021-2022. La escuela Magnet de Doble Vía es una de las 40 escuelas recientemente renovadas o reconstruidas como parte del programa de Bonos 2012 de HISD.
Finalizada en 2019, el proyecto incluía una ampliación vanguardista de tres pisos que cuenta con una entrada de vidrio de la misma altura, además de nuevos espacios de aprendizaje, laboratorios de ciencia, un gimnasio nuevo, una biblioteca de dos pisos, un laboratorio de informática y un gran patio central que conserva dos muy queridos y viejos robles.
La nueva ampliación conecta con el edificio original, de 93 años de antigüedad y el cual se sometió a extensas remodelaciones para modernizar el interior en su totalidad, manteniendo la histórica fachada exterior. El nuevo diseño también permitió a la escuela ampliar su capacidad a 900 estudiantes de prekínder a octavo grado.
El superintendente House fue guiado a través del colorido edificio por la directora de la escuela, Jennifer Day. Se detuvieron en la aulas, en los laboratorios de ciencias, en la cafetería, el gimnasio y la biblioteca. Mientras contemplaba la escuela, el superintendente destacó las “enormes oportunidades” disponibles para los estudiantes bilingües de Wharton.
“Estas son el tipo de instalaciones que necesitamos tener en todas nuestras escuelas”, dijo House. “Estos estudiantes son personas increíbles y perseverantes que entienden lo que se les está brindando. Les ofrecemos dos idiomas y eso permanecerá con ellos para el resto de sus vidas”.
Maverick Marsh es estudiante de octavo grado que lleva en Wharton desde Prekínder. Habló en español al superintendente y le contó lo mucho que disfruta siendo parte de la comunidad de Wharton.
“Me encantaría quedarme aquí”, dijo Maverick, agregando que desearía que se añadieran pisos adicionales al edificio de tres plantas para que hubiera sitio para clases de preparatoria.
Su compañera de octavo grado, Aimee Analí San Miguel, dijo que pensaba que era una gran oportunidad ser parte de una comunidad tan unida como la de Wharton.
“Es un regalo increíble y todos estamos muy agradecidos”, dijo Aimee, quien también ha asistido a Wharton desde Prekínder. “Realmente me encanta. La manera en que el inglés y el español están integrados en el currículo y la forma en que fluye y se configura es una gran experiencia, y uno puede aprender muy bien”.