- Los estudiantes de la Preparatoria North Houston Early College les leen a niños de segundo grado de la Primaria Roosevelt.
El tema de la alfabetización es tan importante para el recién formado Congreso Estudiantil de HISD que ya han creado su propio programa de mentores.
“Trae un libro” es el nombre del proyecto que dio inició el pasado mes de septiembre. En ese entonces, los miembros del Congreso trataban de aportar ideas para encontrar cuál debía ser el tipo de servicio que darían. Tras ponerse de acuerdo, decidieron que se centrarían en la alfabetización. Entonces, el grupo decidió que iban a vincular a los estudiantes de preparatoria con alumnos de segundo grado, para desarrollar en estos últimos, habilidades para la comprensión de lectura.
“Las bajas tasas de alfabetización son un problema generalizado”, explicó la congresista Juliana Dunn, de la Preparatoria Carnegie Vanguard. “El futuro de esta ciudad depende de la promesa de ciudadanos informados y educados. Los padres deben leer con sus hijos, por lo menos 20 minutos al día, pero no todos tienen el tiempo o los medios para hacerlo, por lo que entonces, la lectura debe realizarse en la escuela, con programas como “Trae un libro”.
Este programa es muy similar a Read Houston Read, que sirve a estudiantes de primer grado por medio de voluntarios de la comunidad. En este caso, los estudiantes de preparatoria actúan como tutores, mentores y amigos de los niños de primaria a quienes les leen a lo largo de una hora, una vez por semana.
Los miembros del Congreso ya establecieron alianzas entre varias escuelas: la Preparatoria Carnegie Vanguard y el Centro Educativo Gregory Lincoln; la Preparatoria Bellaire y la Primaria Benavidez, la Preparatoria North Houston Early College y la Primaria Roosevelt, y se están enlazando aún más escuelas. Al menos diez de las escuelas primarias a las que se les dará servicio, también participan en Read Houston Read, con lo que consiguen una dosis doble de alfabetización.
“Los niños necesitan personas que los escuchen y que actúen como sus modelos a seguir”, explica Juliana Dunn. “Es fácil para un estudiante de segundo grado, fallar en un examen y luego decir, “muy bien, supongo que no soy bueno para eso, así que no voy a leer”. En cambio, es más difícil que un niño renuncie cuando tiene un joven a su lado, ayudándole a pronunciar las palabras y animándolo a que lo siga intentado”.
Para obtener más información sobre los programas de alfabetización de HISD, por favor visite su sitio web.