El diseño de las escuelas que se construirán con fondos del programa de bonos del 2012 de HISD apunta a lograr no solo una apariencia agradable, sino también un buen ambiente para el sonido.
“La acústica juega un papel muy importante en el entorno escolar”, dijo Dan Bankhead, director de diseño de instalaciones de HISD. “Deseamos reducir al mínimo todo ruido molesto que interfiera con la labor de los estudiantes y del plantel de la escuela”.
La conexión entre el sonido y el éxito académico se ha comprobado en investigaciones que demuestran que los estudiantes pueden llegar a perderse hasta el 25 por ciento de lo que un maestro dice en salones de clases donde el nivel del ruido es excesivo. Este problema es aun peor para los estudiantes que tienen un limitado dominio del inglés o pérdida de la capacidad auditiva.
“Es necesario que la acústica sea parte integral del diseño de la nueva escuela”, dijo el director de la Escuela Preparatoria Davis, Richard Barajas. “Los estudios son concluyentes”.
En el marco del programa de bonos de $1.89 mil millones de dólares, el distrito construirá o renovará 40 edificios, entre ellos 29 escuelas preparatorias. Este emprendimiento representa para el distrito una oportunidad de transformar las escuelas donde hay espacios ruidosos en instalaciones especialmente ideadas con el control del sonido en mente.
Algunas de las estrategias obedecen al sentido común, como ubicar los gimnasios y auditorios en la periferia de las escuelas, alejados de los salones de clases. Al diseñar las salas para práctica de la banda, los arquitectos tendrán en cuenta el impacto que la música tiene en los espacios adyacentes.
Eso podría resultar en la instalación de placas de yeso en el cielorraso, paneles de caucho o tabiques revestidos con género para reducir el nivel del ruido ambiental, según Ryan Colton, representante técnico de ventas de Acoustical Solutions, una compañía de Virginia que se especializa en productos para el aislamiento acústico y el control del ruido.
Otras estrategias incluyen reducir al mínimo la transferencia de sonidos exteriores al interior del edificio, dijo Bankhead. Para ello, si una escuela está situada cerca una carretera, los arquitectos prestarán especial atención a la ubicación de la escuela en el predio y a los materiales de construcción.
“Además, para lograr la mejor calidad del sonido ambiental en las nuevas escuelas, se seleccionarán equipos de aire acondicionado, aparatos de iluminado y otros dispositivos que no generen mucho ruido”, señaló Bankhead.
Por lo general, el objetivo de los arquitectos y diseñadores de interiores de escuelas es controlar la acústica de un edificio o salón mediante configuraciones y materiales que obstaculicen, absorban o desvíen los sonidos.
“El sonido es energía”, explicó Greg Louviere, asociado de PBK Architects, que es una de las compañías de arquitectura líderes del país para el diseño de escuelas K-12. “La única manera de controlarlo es hallar la manera de detener esa energía o de desviarla en otra dirección”.
En una cafetería o salón multiuso, eso podría requerir de la instalación de paneles acústicos que absorban los sonidos. En los espacios comunes, los diseñadores podrían recurrir a la instalación de pisos flexibles o de ciertos materiales de tapicería para minimizar la repercusión del sonido, según Darrick Jahn, de la firma PBK.
“Se trata de impedir que el sonido rebote de un lado a otro en el recinto”, dijo.
Barajas dijo que el espacio común de su escuela es tan ruidoso, que celebrar una función de cualquier tipo sin que se vea afectada toda la escuela es casi imposible. Él espera que en el nuevo edificio haya un espacio bien diseñado que reduzca al mínimo los ruidos molestos.
El control del ruido es solamente uno de los aspectos de la acústica. En todo el país, los distritos escolares tratan de hallar maneras de amplificar el sonido en los salones de clases. Las estadísticas muestran que la mitad de los docentes se ven afectados por problemas de la voz en algún momento durante su carrera debido al esfuerzo que deben realizar para proyectarla durante prolongados períodos de tiempo.
Una solución es la instalación de sistemas que mejoren el sonido ambiental para reducir el impacto en la voz de los docentes. “El sonido transmite información”, dijo Louviere. “Cuanto más clara sea la información, más fácil será recibirla”.