Era una húmeda mañana de mayo y para muchos ciudadanos de Houston la escena que se desarrollaba sobre el escenario de la Secundaria Ortiz era familiar.
Los músicos, vestidos con pantalones bordados, sombreros de ala ancha y coloridas corbatas de seda, tocaban vihuelas, guitarrones, trompetas y otros instrumentos típicos de la música mariachi.
Pero lo que hace especial a este grupo es que todos sus músicos tienen menos de 14 años.
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