La bibliotecaria de la Escuela Secundaria Johnston ofrece a los padres sugerencias que motivarán a los niños para que lean.
El Club de Millonarios de HISD es una iniciativa de alfabetización diseñada para fomentar en los estudiantes el interés en leer por placer durante los meses del verano. Todas las semanas conversamos con un bibliotecario de HISD sobre su lista de lecturas. Esta semana hablamos con Cindy Dinneen, bibliotecaria de la Escuela Secundaria Johnson.
¿Qué está leyendo actualmente?
Pasé la mayor parte del verano leyendo libros para jóvenes de la lista ‘Nombra ese libro’ a fin de ayudar a mi equipo a prepararse para la competencia; pero también pude dedicar algún tiempo a leer novelas de misterio para adultos. Acabo de leer la novela para jóvenes Almost Home de Joan Bauer.
¿Qué le llamó la atención en los libros que eligió?
Almost Home es la historia de una jovencita de secundaria llamada Sugar que se queda sin hogar a causa de la adicción de su padre a los juegos de azar. Ella y su mamá terminan en Chicago, viviendo en la calle, y su mamá sufre una crisis nerviosa. Lo que me encantó de este libro fue la resistencia de Sugar y la manera como ella no deja que la situación dicte sus respuestas a lo que le toca vivir. A pesar de las adversidades, ella logra ser fiel a sí misma. Uno de los personajes del libro es la profesora de inglés de Sugar, quien “fuerza” las reglas para mantenerse en contacto con ella y continúa animándola como escritora y como persona.
La literatura juvenil me gusta porque siempre aprendo algo que puedo aplicar en mi vida. Nuestros estudiantes viven en un mundo muy diferente del mundo en que yo viví, y leyendo estos libros me puedo hacer una idea de la vida que llevan los estudiantes con quienes trabajo.
¿Qué libros para adultos tiene en su lista de lectura?
Me encantan el misterio y el suspenso. Ahora estoy leyendo Dead Watch de John Sanford. Sanford escribe series y, al igual que a mis estudiantes, me gusta enterarme de lo que está pasando en la vida del personaje principal. La mayoría de la gente no consideraría esto “gran” literatura, pero es una gran diversión.
¿Cómo motiva la escuela a los estudiantes para que lean durante el verano?
Estoy haciendo todo lo posible para fomentar la participación en el Club de Millonarios. Visité todas las clases de lectura a finales del año escolar para explicar el Club y brindar información sobre otros programas de lectura de verano (Barnes & Nobles, Houston Public Library, Bellaire Public Library, Half-Price Books, etc.). Me siento agradecida por tener magníficas bibliotecarias en nuestro orden de transición escolar, y les envié información con la esperanza de que les llegara a los alumnos de sexto grado así ya están al tanto del programa como llegan a la secundaria. Varias de esas bibliotecarias les pasaron la información a los maestros, y una de las bibliotecarias incluyó la información en el boletín semanal que envía a casa de los estudiantes. Cuando nuestros consejeros visitaron otras escuelas para reclutar estudiantes, hablaron sobre la biblioteca y el Club de Millonarios también.
Los estudiantes solo necesitan leer cinco libros para ser un “Millonario” y yo hablé sobre la celebración que tendremos en el otoño (vestirse a gusto, fotografía del grupo para el anuario escolar, y helados a la salida de la escuela). Pero para que fuera aun más interesante, los estudiantes que lean 10 libros pueden participar en el sorteo de un e-reader, y por cada cinco libros adicionales, su nombre entra en el sorteo otra vez. Así que en poco tiempo su nombre puede llegar a entrar tres o cuatro veces. Me alegra ver cómo aumenta la participación ante el incentivo de ganar un e-reader.
¿Puede nombrar algo que los padres pueden hacer durante el verano para motivar a sus hijos para que lean?
Sé que todo el mundo está ocupado, pero creo que si los padres dan el ejemplo leyendo y comparten la alegría de leer, eso contribuye en gran medida a motivar a los estudiantes para que lean. Tal vez pueden organizar un mini club de lectores sería una buena idea (los padres leen los mismos libros que sus hijos y después conversan sobre los libros). O podrían escuchar libros grabados mientras viajan en el automóvil. Si los papás están muy atareados y el niño ya sabe leer, pueden pedirle que les lea un libro mientras doblan la ropa o preparan la cena.