Durante el ciclo escolar, la guarda de cruce Charlethia Vaughn es prácticamente una presencia permanente en la esquina de Walnut Bend Lane y Briar Forest Drive.
Todas las mañanas y todas las tardes ella está allí al firme para ayudar a los alumnos de la Escuela Primaria Walnut Bend y a sus padres a cruzar la transitada calle —aun cuando el calor de Texas es casi insoportable, cuando llueve a mares y cuando hace tanto frío que se le entumecen los dedos.
«No quiero estar en ninguna otra parte», dijo. «Esta comunidad realmente me ha acogido».
Vaughn es una de más de 600 guardas de cruce de HISD a cargo de proteger a los estudiantes que cruzan la calle en su camino a la escuela o a casa. El servicio de guardas de cruce es parte del departamento de Administración y Mantenimiento de la Flota y las Instalaciones de HISD, que es una división de la Dirección de Operaciones del distrito.
Hace diecisiete años Vaughn estaba buscando un trabajo que coincidiera con los horarios de sus hijos cuando conoció a un guarda de cruce de la Escuela Primaria Askew. El guarda le sugirió que por su personalidad extrovertida ella era ideal para ese trabajo. Vaughn siguió el consejo y pronto se dio cuenta de que verdaderamente tenía una inclinación innata para el puesto.
«Aun al comenzar, era como si lo hubiese estado haciendo desde hacía años», dijo Vaughn.
Michele Dahlquist, directora de la Primaria Walnut Bend, dijo que con frecuencia recibe comentarios positivos sobre Vaughn de parte de los padres y los estudiantes.
«Siempre está lista para ofrecer una sonrisa o un saludo», dijo Dahlquist. «Es muy fiable y muy dedicada a nuestros alumnos y sus padres».
Para Vaughn es importante que los estudiantes vean que se preocupa por ellos. Y los estudiantes le responden con muestras de agradecimiento, y a veces incluso regresan ya adultos para visitar a la amable mujer que los ayudó a cruzar la calle cuando eran niños.
Vaughn dice que de tanto en tanto se encuentra con gente difícil mientras está trabajando en el cruce. En particular, mencionó una situación de hace unos años que aún recuerda vívidamente en que un conductor exasperado se desquitó con ella.
«Me dijo de todo un poco», recordó Vaughn.
A pesar del estado de ánimo del hombre, Vaughn dice que ella se mantuvo tranquila y no dejó de sonreír. Al día siguiente, el hombre regresó con unos dulces a disculparse por su comportamiento.
Vaughn tiene otros intereses también. Le encanta leer novelas de misterio y pasar el rato con sus sobrinas. Pero ser guarda de cruce es su vocación.
«Sencillamente me encanta estar aquí», dijo Vaughn. «Lo disfruto. Es lo que quiero hacer».