Con el distrito cerrado y el aprendizaje a distancia en marcha, lo que puede considerarse “normal” desde el punto de vista de los maestros y directores de escuela del séptimo distrito escolar más grande del país, ha cambiado para el futuro previsible.
Debido a la propagación del virus COVID-19, los distritos escolares de Texas recibieron órdenes del gobernador Greg Abbott de cerrar las instalaciones hasta el 4 de mayo, como mínimo, y eso ha llevado a importantes ajustes no solo en los planteles sino en todas las actividades del distrito.
«Supuse que cerraríamos por una semana o dos. Pero cuando me enteré de que sería por todo el mes de abril me sentí devastada», dijo la directora de la Escuela Preparatoria Worthing, Khalilah Campbell. «Sabíamos que era necesario para la seguridad de nuestros estudiantes y de la comunidad, pero eso no significa que no nos duela».
Los directores y maestros de HISD mudaron oficinas y aulas a sus hogares. Las reuniones y conferencias virtuales se han convertido en procedimiento estándar. La interacción maestro-estudiante tendrá lugar en espacios digitales en el futuro próximo y previsible.
En Worthing, una escuela que en los dos últimos años ha logrado un marcado mejoramiento académico, este contratiempo no altera las expectativas. En todo caso, la comunidad escolar está esforzándose aún más para elevar su rendimiento académico. Cuando se dio a conocer la noticia del cierre, el equipo de Worthing inmediatamente puso manos a la obra.
Rápidamente se comunicaron con todos los estudiantes inscritos en su escuela, ubicada en Sunnyside, para evaluar las necesidades tecnológicas. Campbell elogia la determinación de su equipo a continuar sirviendo a los alumnos.
«Ahora estamos trabajando mucho más», dijo. «La labor de los maestros es fenomenal. Si no fuera por ellos nuestra situación sería aún más alarmante. Ellos les transmiten a los estudiantes una sensación de normalidad».
Campbell, quien lideró a Worthing en su exitosa salida del estatus de “Mejoramiento Requerido” de la Agencia de Educación de Texas (TEA) en el año 2008, confía plenamente en que sus estudiantes, que superaron la crisis del huracán Harvey, también se sobrepondrán a esta prueba.
«Nuestros estudiantes van a estar bien», dijo. «Tienen un temple increíble. Han pasado por otros desafíos y se han recuperado».
Para la directora de la Escuela Primaria Dogan, Margarita Tovar, un día “normal” durante el cierre escolar por el COVID-19 sigue un patrón similar. Pero en el caso de alumnos de primaria el acceso a la tecnología presenta un reto aún mayor. Y si bien su escuela, situada en un vecindario del Fifth Ward, ha sido exitosa en su distribución de tabletas y laptops para familias necesitadas, la conexión a internet sigue siendo problemática.
«Mi prioridad actual es lograr que todos nuestros alumnos cuenten con acceso a las lecciones creadas por sus maestros y que estos se sientan cómodos con las plataformas que estamos empleando», dijo Tovar. «Estamos muy entusiasmados con el sistema HISD @ H.O.M.E. TV. Es una opción educativa excelente para los estudiantes que no tienen acceso fiable a internet».
Al igual que Worthing, Dogan también tenía grandes aspiraciones académicas para este año. Tovar explicó que para cuando se publicaran las clasificaciones oficiales en agosto tenían proyectado haber elevado a “B” la clasificación otorgada por la TEA a su escuela.
En cambio, la TEA ha comunicado que para el ciclo escolar 2019-2020 todas las escuelas de Texas recibirán la designación “Sin clasificar: Estado de Desastre Declarado”.
«Mi equipo ha trabajado mucho», dijo Tovar. «Nos sentimos devastados al enterarnos de que no recibiríamos una clasificación este año. Pero el equipo continúa haciendo un trabajo increíble».
Erica Edmonson, una maestra de Dogan que lleva 14 años de docencia en HISD, dice que extraña la conexión en persona con sus alumnos, pero cree que muchos educadores aprovecharán esta situación como una oportunidad para integrar más tecnología en su método de enseñanza.
«Esto está cambiando el aprendizaje, no solo para los estudiantes sino también para los maestros», dijo Edmonson. «Definitivamente estoy fuera de mi elemento. Pero siempre les digo a mis alumnos que cuando estamos fuera de nuestro elemento estamos aprendiendo».