El primer día de clases y antes de las 9 a.m., Dony Jules, gerente de la cafetería del Centro Sam Houston de Matemáticas, Ciencia y Tecnología se apresuraba para empaquetar más de 70 almuerzos estudiantiles.
Podría parecer un montón de trabajo, pero en realidad es un suave comienzo para alguien acostumbrada a alimentar a miles de estudiantes.
Jules es una de las cientos de personas del personal de Servicios de Nutrición que ayudó a preparar y repartir almuerzos a las familias en las distribuciones de alimentos comunitarias durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19.
“Fue un reto, pero estoy feliz de haberlo hecho”, dijo ella. “Me gusta mantenerme ocupada”.
Cuando en marzo el distrito cerró debido a la pandemia, el trabajo de Jules estaba justo empezando. Tuvo semanas de trabajo de 6 días, viajó por todo Houston apoyando múltiples sitios de distribución y a menudo soportó un calor de tres dígitos o lluvia para mantener a los alumnos alimentados, dejando a un lado sus preocupaciones sobre su propia salud y seguridad.
“La manera en que lo veo, es esta: si eres alguien que está dispuesto a esperar 2 o 3 horas en una fila para conseguir comida, eso me dice que realmente la necesitas”, dijo Jules. “Y eso solo me motiva a ayudar más”.
Cuando el distrito pasó de sus distribuciones de alimentos comunitarias a su programa de almuerzos de verano en junio, Jules ayudó a distribuir almuerzos a 1,200 estudiantes cada día. Su motivación, comentó, era su compromiso con sus alumnos.
“Para algunos de aquellos niños, ese era el único almuerzo que tendrían ese día”, dijo Jules. “Siento que lo que hacemos es muy importante. Tenemos que alimentar a los niños”.
Con la instrucción presencial a punto de reanudarse, su trabajo pronto cambiará y tendrá que dividirse entre la cafetería de la escuela y los sitios de recogida de almuerzos estudiantiles.
Sus esfuerzos extras no han pasado desapercibidos. Carol Chin, gerente de operaciones y supervisora de Jules, comentó que aprecia su arduo trabajo y dedicación.
“Ella nunca se toma un día libre y nunca se ha quejado de nada que le pidieran”, dijo Chin. “Los estudiantes son su pasión y el personal y el director de la escuela están felices de poder contar con ella”.