[photoshelter-gallery g_id=”G0000L1q6sN_q3Lo” g_name=”20151106-Bellaire-Pin-Oak-geology-trip” width=”600″ f_fullscreen=”t” bgtrans=”t” pho_credit=”iptc” twoup=”f” f_bbar=”t” f_bbarbig=”f” fsvis=”f” f_show_caption=”t” crop=”f” f_enable_embed_btn=”t” f_htmllinks=”t” f_l=”t” f_send_to_friend_btn=”f” f_show_slidenum=”t” f_topbar=”f” f_show_watermark=”t” img_title=”casc” linkdest=”c” trans=”xfade” target=”_self” tbs=”5000″ f_link=”t” f_smooth=”f” f_mtrx=”t” f_ap=”t” f_up=”f” height=”400″ btype=”old” bcolor=”#CCCCCC” ]
Un grupo de estudiantes de dos escuelas de HISD está ayudando a vigilar la salud del planeta, y todo se debe a una entusiasta profesora.
Desde hace 17 años, Ann Linsley organiza excursiones escolares a Utah, Wyoming, Idaho y Montana para sus alumnos de las clases de geografía y ciencia ambiental IB y AP de la Preparatoria Bellaire. Hace seis años incluyó a un grupo de estudiantes de la Secundaria Pin Oak, y este año la Directora de esta escuela, Rita Graves, los acompañó en el viaje.
Las excursiones duran siete días durante los cuales se integran en el estudio de la geografía, geología, ecología y biología temas de ciencia y estudios sociales. El grupo visita algunas de las fuentes termales más grandes del mundo, y explora fumarolas, manantiales termales, pozos de lodo y géiseres en lugares como Great Salt Lake y los parques nacionales Grand Tetons y Yellowstone.
“Las ciencias geológicas no son clases de ciencia para un laboratorio”, dijo Linsley. “Nuestro laboratorio es el campo. Evaluamos el índice de salud de los arroyos y manantiales geotérmicos de una zona donde mis clases han recolectado datos desde hace ya más de ocho años”.
Los alumnos de Pin Oak colaboran lado a lado con los estudiantes de Bellaire en la recolección de muestras de agua para un estudio a largo plazo de los arroyos de Yellowstone. Los datos de temperatura que el grupo recoge se envían a la oficina educativa de Yellowstone. Los guardaparques también reúnen datos que les permiten identificar las primeras señales de cambios en la dinámica volcánica o geotérmica de la región.
“Estamos valorando la salud del sistema fluvial”, explicó Linsley. “En algunas áreas, vemos temperaturas más elevadas y mayor caudal de agua, mientras que en otras se advierten cambios en la fuente de agua, con el consiguiente efecto en el nivel de la temperatura”.
Los alumnos de Linsley completan la interpretación y el análisis de las muestras cuando regresan a la escuela. Los informes que preparan deben estar escritos utilizando el método analítico requerido por el programa IB (Bachillerato Internacional), y representan el 25 por ciento de la calificación del estudiante en el examen final de geografía IB.
“Muchos de estos jóvenes nunca han salido de la ciudad, de modo que para ellos esto es toda una experiencia”, dijo Linsley. “Tienen que viajar con poco equipaje y vestirse para temperaturas que pueden llegar a ser tan bajas como 25 grados. Tampoco salimos a comer; llevamos provisiones y preparamos las comidas nosotros mismos. Los estudiantes ahorran todo el año para cubrir su propia parte del viaje”.
Linsley es egresada de Bellaire, donde imparte clases desde hace 29 años.