Power of Public: Apoyar líderes que cree en todos los estudiantes

La directora Bertie Simmons ha transformado a la Preparatoria Furr porque cree en las posibilidades de cada estudiante que asiste a su escuela. “Estamos tratando de enseñarles que pueden hacer un aporte positivo al mundo. Por lo general, no salen del vecindario. Abrirles los ojos a nuevas maneras de hacer las cosas redunda en una gran diferencia para ellos”.

Nota del editor: La Semana de las Escuelas Públicas de Texas es del 27 de febrero al 3 de marzo. Estaremos publicando las historias personales de varios estudiantes de HISD para demostrar cómo la educación pública ayuda a los alumnos a ser exitosos. Comuníquese por Twitter con #PowerofPublic en @HoustonISD y comparta con nosotros cómo la educación pública es algo positivo en la vida de su hijo. 

Bertie Simmons, directora de la Preparatoria Furr, saca una pelota de fútbol color turquesa de una bolsa que tiene guardada en el armario, se la pasa al estudiante que ha venido a hablar con ella —un joven alto que quiere volver a inscribir se Furr— y le indica que la patee de un lado a otro.

El muchacho —un junior de un distrito vecino— duda un poco pero sigue las instrucciones recibidas. Después de unos minutos, la directora, de 82 años de edad, toma la pelota y la sostiene en alto mientras la conecta con un cable a un bombillo de luz que inmediatamente comienza a brillar.

“Quiero que seas innovador y creativo, y que inventes algo que mejore al mundo”, le dice Simmons. “Tú podrías hacer algo como esto porque eres inteligente”.

Esta escena no es única. Todo el día hay estudiantes entrando y saliendo de la oficina de Simmons. Algunos se inscriben en la escuela. Otros tienen preguntas sobre calificaciones, clases y posibles cambios de horario por razones de trabajo. Y hasta hay quien pasa solamente a saludar o a ver si le dan alguna golosina.

Se nota un marcado contraste en comparación con la escuela de la cual Simmons asumió control hace 16 años. En aquel entonces había muchas suspensiones, la tasa de graduación era baja y los conflictos eran constantes.

Ahora las cosas son totalmente diferentes. Las suspensiones han sido reemplazadas con un programa restaurativo de justicia, y el 90 por ciento de los seniors se gradúan. Algunos alumnos de esta escuela fueron a Camboya en misión de ayudar a suministrar agua limpia a escuelas primarias, y otros viajaron a Washington, D.C., para colaborar con legisladores en materia de inmigración, exámenes estandarizados y brutalidad policial.

El cambio radical se solidificó el otoño pasado cuando Furr les ganó a miles de escuelas de todo el país en competencia por una subvención Super School Project de $10 millones de dólares otorgada por la organización XQ Institute.

“Se trata de relaciones. De mostrar respeto. De apreciar a cada individuo por su valor personal intrínseco”, dijo Simmons. “Yo creo en mis alumnos. Yo aprecio a los padres y a los estudiantes, y ellos lo saben”.

 

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