El sábado, la Preparatoria Bellaire desbordaba emoción cuando sus exalumnos -algunos de los cuales no habían pisado la escuela en más de 60 años- se unieron a los nuevos alumnos para decir adiós a su querida escuela.

La demolición de la escuela está programada para este verano. Un gran número de Cardinals también quiso estar presente en esta despedida coorganizada por la Organización de Padres y Maestros (PTO) y los Exalumnos y Amigos de la Preparatoria Bellaire.

“Es bastante triste despedirse”, dijo David Yang, estudiante senior de la Generación 2021. “Toda mi vida de preparatoria la pasé aquí. Echaré de menos los buenos ratos con mis amigos en el ala de ciencia”.

La escuela de la calle Maple St. está siendo reconstruida como parte del programa de Bonos 2012, el cual ordenó la renovación o reconstrucción de 40 escuelas, entre ellas 29 preparatorias. La primera fase incluye nuevas alas académicas, de Bellas Artes y de Educación Física, que abrirán sus puertas a los alumnos este otoño.

La segunda fase llevará a cabo la demolición del edificio original para construir en su lugar un campo de atletismo con césped artificial y una nueva pista, un ala administrativa y un estacionamiento de 4 pisos y 700 plazas.

“Esta es nuestra manera de decir adiós”, dijo Michael McDonough, director de Bellaire, siendo consciente de que había familias con varias generaciones que asistieron a la escuela.

Más de 1,000 personas recorrieron el edificio, deteniéndose para revivir momentos, sacar fotografías frente a la vitrina de trofeos y escribir mensajes es una de las paredes que será demolida.

Algunos se reunieron en la cafetería donde estaba la tienda de artículos rojiblanca de los Cardinals. Otros pasearon por el patio, deteniéndose para posar frente a las grandes letras rojas “BHS”.

“Realmente disfruté de mi época aquí”, dijo Leslie Crossman, presidenta de Exalumnos y Amigos de la Preparatoria Bellaire y exalumna de la Generación de 1982. “Mis hijos gemelos se graduaron en 2019 y tengo un senior que se gradúa este año”.

Crossman dijo que inicialmente él y otras personas querían mantener el edificio como un símbolo comunitario, pero que ahora dan la bienvenida a un edificio más eficiente.

“Recuerdo haber pasado tiempo en la cafetería haciendo mis tareas”, dijo riendo Jeffry Lewis, exalumno de la Generación de 1960. “No ha cambiado mucho. Es hora de uno nuevo”.

Se prevé que la segunda y última fase de Bellaire finalice en 2022. La escuela aún se encuentra en construcción y es parte del proyecto original incluido en el programa de Bonos. Cuando se finalicen las obras se concluirá el histórico programa de Bonos de $2 mil millones.

Muchos Cardinals están emocionados por la nueva escuela, pero reconocen que es la gente, y no el edificio, lo que hace a Bellaire tan especial.

“Ahora soy dueña de una casa en el vecindario”, dijo Jennifer Rose, exalumna de la Generación de 1992, mientras paseaba por el patio. “Aquí es donde me hice amiga de personas con las que todavía mantengo el contacto”.

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