En las escasas ocasiones en que las temperaturas de Houston bajan a cero, ponerse en marcha por la mañana no es fácil. Y no solo para las personas. Las escuelas y los autobuses también necesitan tiempo para calentarse.
Detrás de cada viaje de autobús y salón de clases cálido, hay un equipo de empleados que le ha hecho frente al frío en la oscuridad de las primeras horas de la mañana a fin de lograr ese objetivo a tiempo para la llegada de los estudiantes.
Estos empleados ponen manos a la obra cada vez que la temperatura desciende a menos de 32 grados.
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