Antes de la puesta de sol del día anterior, Julianne Dickinson, directora de la Primaria Kolter, ya podía sentir la emoción de lo que ocurriría la mañana del lunes.
Para Dickinson, el lunes fue diferente por varios motivos: el comienzo de la instrucción presencial, el regreso de los estudiantes a clases después de ocho meses y el uso obligatorio de mascarillas debido a la pandemia de COVID-19.
Pero la razón más importante era que para los alumnos iba a ser el primer día en la nueva escuela recién construida.
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