Un día antes de que el huracán Harvey llegara a Houston en el 2017, Tiffany Irving y su hijo Grant llevaron sus útiles escolares a la clase de kínder del niño en la Primaria Mitchell, al sur del Aeropuerto Hobby.
No sospechaban que los útiles de Grant —junto con el resto del edificio y otras tres escuelas primarias del distrito— serían destruidos en los días siguientes cuando la ciudad se vio inundada por intensas lluvias que cayeron en cantidades sin precedentes.
Lamentablemente, el daño no se limitó a la escuela. La casa de los Irving, a la vuelta de la esquina, también se inundó.
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