Luciendo un vestido rojo con un brocado floral y con su cabello rubio brillando bajo las luces, Cambry Gerardi, estudiante de octavo grado de la Escuela Magnet de Inmersión al Mandarín (MIMS), permaneció de pie sola en el escenario de Zhengzhou, China y contó su historia sobre su aprendizaje del idioma chino.
En un mandarín casi perfecto, la oradora no nativa describió a los jueces de la Chinese Bridge World Language Competition cómo una simple, y sin embargo determinante, cadena de sucesos consolidó su amor por el idioma chino y la condujo a ese momento.
“Mi experiencia con Chinese Bridge me ha ayudado a mejorar mi chino y a conectar con amigos de todas las partes del mundo”, comentó a la audiencia.
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